En 1968, los derviches giróvagos turcos responden a la invitación de la Unesco y viajan por primera vez a París. Los franceses descubren con fascinación su ritual. Kudsi Erguner, músico sufí de ney, la flauta de caña, se encuentra en el centro de la mayoria de viajes que hicieron los derviches girovagos en Europa y Estados Unidos durante el auge de la busqueda espiritual y la contracultura en los años setenta. Incluye el CD "Musica de las tekke de Estambul (archivos de Kudsi Erguner)".