Laura Sánchez Fernández (Madrid, 1967) es licenciada en Historia del Arte por la Universidad Autónoma de Madrid. Su pasión por la lectura y la escritura la llevó a realizar varios cursos de literatura creativa y novela corta, que culminaron en su primera obra, La caja del tiempo. Ha sido profesora de Lengua Española en Rabat (Marruecos) y actualmente alterna literatura y fotografía en Asunción (Paraguay), donde reside desde 2017. En junio de 2022 realizó la exposición fotográfica «,La plenitud de lo mínimo»,, con fotografías tomadas en dicha capital.
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" Las matemáticas no son a veces muy fáciles de comprender, y además en la Antigua Grecia se mezclaban con la filosofía y otras creencias religiosas, por lo que había un buen lío. A Euclides le parecía que se le estaban dando muchas vueltas a algo que era"
Las matemáticas no son a veces muy fáciles de comprender, y además en la Antigua Grecia se mezclaban con la filosofía y otras creencias religiosas, por lo que había un buen lío. A Euclides le parecía que se le estaban dando muchas vueltas a algo que era sencillo, asi que se puso a trabajar y dejo todas las mates en orden y bien claritas. Tan bien lo hizo que su libro los Elementos ha sido durante muchos siglos uno de los libros mas editados. ¡Y con las matematicas como tema principal!
Olivia huye de su marido y de su pasado. En este viaje de liberación, encontrará el apoyo de otras dos mujeres a las cuales conocerá, fortuitamente, a causa de una caja llena de viejas cartas y fotos.
Sophie Germain no es un personaje anecdótico en la historia de las matemáticas. Con sus errores y aciertos, como los de cualquier investigador, hizo valiosas aportaciones al desarrollo de esta ciencia, que convirtió en su pasión. Se podría escribir de ella como científica, sin más, igualándola a sus colegas de la época, como Lagrange, Legendre o Fourier, en cuyas biografías nadie se detiene a recalcar su género. Estoy segura de que Sophie hubiese deseado que no hubiese que señalar constantemente que fue una mujer. Querría decir que tuvo a su alcance todo aquello de lo que gozaron sus colegas: acceso a una formación, respeto por sus resultados y ausencia de paternalismo. Pero la realidad fue muy distinta. Como cualquier persona, fue fruto de sus circunstancias. No tuvo problemas por el dinero o por el color de su piel, los tuvo por ser mujer.