Lawrence Weschler nació en 1952, en Van Nuys, California. Colaboró durante más de veinte años en la revista «The New Yorker». Ha ganado dos veces el George Polk Award, la primera por sus reportajes culturales y la segunda por sus crónicas periodísticas. Es autor de la serie de libros «Passions and Wonders», que incluye, entre otros títulos, «El Gabinete de las Maravillas de Mr. Wilson» (1995), que quedó finalista del Pulitzer y del National Book Critics Circle Award; «Boggs: la comedia del dinero» (1999); «Robert Irwin: Getty Garden» (2002); «Vermeer in Bosnia» (2004); y «Everything that Rises: A Book of Convergences» (2006), que en 2007 recibió el National Book Critics Circle Award. En 2019 apareció su último libro, «And How Are You, Dr. Sacks?: A Biographical Memoir of Oliver Sacks».
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Hormigas hediondas de cuyo cerebro sale un hongo mortal, humanos cornudos, tostadas de ratónà Estas son algunas de las cosas que pueden encontrarse expuestas en el Museo de Tecnología Jurásica de Dav
Hormigas con púa, humanos cornudos, tostadas de ratón y otros prodigios son algunas de las cosas que pueden encontrarse en el Museo de Tecnología Jurásica de David Wilson, un lugar asombroso en el West Side de Los Angeles, que familiariza a los visitantes con su innato sentido de la ma-ravilla haciendo que se pregunten cuáles de los objetos allí expuestos son reales.La yuxtaposición de lo auténtico y lo fantástico inspira cada página de este irresistible libro. Porque en El gabinete de las maravillas de Mr. Wilson, Lawrence Weschler busca los ecos de los primeros museos, y se mueve entre la veracidad de la ciencia y la ficción del arte, a partir de citas literarias como las forjadas por el imaginario mundo de Borges o de Calvino. Este libro asombroso rinde homenaje a la voluntad y al empeño de quienes han dado rienda suelta a los caprichos de la mente.«Un libro encantador cuya trama es pura curiosidad y cuyo tema es la belleza de las cosas que no pueden ser conocidas con seguridad.» Ian Frazier.«Weschler descubre una manifestación del vasto movimiento de descubrimiento y prodigio que creó los primeros museos… así como ese impetuoso estado mental que constituyó el preludio de la ciencia moderna. Lo encuentro cautivador.» Oliver Sacks.
Lawrence Weschler ha descubierto la pista de un artista excepcional, Boggs, y la inconfundible huella de unas obras de arte que ofenden a los funcionarios del ministerio de Hacienda y a la policía: Boggs hace dinero.Las reproducciones de billetes de banco que realiza Boggs en su taller y su empeño por conseguir que tengan curso legal le ha granjeado la enemistad de un sistema que ha querido llamar a sus obras de arte «falsificaciones».El dinero, ídolo que ha desplazado a todos los ídolos, es susceptible como un dios antiguo y castigará a los que no respeten la pulcra potestad de su dominio. Pero Boggs es un artista, y un hombre semejante todavía puede reñir con la más alta divinidad, sortear su furia, ser protegido por las musas.Jugando con el dinero y con el arte, Boggs ha escenificado en los últimos años, en distintas ciudades de Europa y América, una insolente y subversiva comedia que conmueve los cimientos de nuestro tiempo.
Un vertiginoso "divertissement" che apre una finestra sulle origini del sapere scientifico-naturalistico nel Vecchio Mondo, e trae spunto dalle esplorazioni di un bizzarro "gabinetto delle meraviglie", scoperto quasi per caso nel mezzo della distesa suburbana di Los Angeles. Di improbabile, elusivo e folle il Museo del Jurassic Technology non ha soltanto l'ubicazione o il nome, non sono da meno gli allestimenti, le peripezie da cui ha tratto origine e lo stesso titolare. Dinanzi ai prodigi di natura e ai reperti mostruosi in visione nelle sale, fianco a fianco con le più incredibili opere dell'uomo, il visitatore oscilla tra perplessità e stupefazione. Non sarà tutto inventato di sana pianta?