En una pequeña isla sin nombre de algún lugar de la costa finlandesa, sólo existe un centro correccional para niños. Su director, despótico y autoritario, dirige el lugar con mano de hierro. No sólo quiere hacer de sus protegidos 'persona honradas' a traves de la educacion y el esfuerzo fisico, sino tambien enseñarles que lo imposible es posible. Entonces se dedica, entre muchas otras cosas, y a pesar del clima tan poco favorable, a criar gusanos de seda en un invernadero, al cultivo de moreras, con cuyas hojas alimentara a los gusanos.
En una fría ciudad finlandesa, dos antiguos amantes verán de nuevo pasar ante sus ojos la estela de un enigma jamás resuelto. La desaparición de Hanna Aalto, esa niña fascinante que surgió de la nada para desvanecerse en la nada, les unio con los lazos de la desgracia y aboco sus vidas a un secreto tan profundo como el mar. En En la casa de verano Leena Lander retoma el ambiente hostil y asfixiante, aunque al mismo tiempo diafano y audaz, de la adolescencia. Esta vez describe las experiencias de un grupo de niños finlandeses en los severos años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos de ellos, que habian sido enviados a Suecia durante el conflicto y posteriormente devueltos a su pais, se vieron obligados a vivir recluidos en orfanatos y donde las familias rotas, la estricta moral puritana y el abandono pusieron fin a sus ansias de volar. Con esta novela que sondea la niñez desde la mirada culpable y desconcertada del adulto, con una bellisima mezcla de fantasia, recuerdo y cruda realidad, Leena Lander nos regala el relato de unos personajes en los que la juventud ha dejado huellas imborrables, heridas que el tiempo no ha hecho sino avivar, logrando destacar una vez mas como la dotada y nada complaciente narradora de la historia no contada de su pais.