La marcha de una madre nunca deja indiferente, pero en un niño de siete años, deja la misma marca que la huella atrapada en el cemento blando. Como una veleta, Ginés, vivió una vida al amparo de aires imprevisibles y condenado a repetir los erores de quien lo abandono, no podra retener nada consigo. ¿Sera capaz de descubrir el rumbo de sus pasos? ¿Conseguira averiguar a tiempo la causa de sus caidas? Y lo mas importante... ¿Necesitara perdonar o ser perdonado?.