Mauricio espera ansioso el regreso del señor Silvestre, su amable vecino de coleta gris y misteriosas facultades para la magia, cuando un día es testigo de un secuestro. ¿Pero quién va a creerle cuando cuente que ha visto como secuestraban a Pipa, la vendedora de helados del Suburbio Gris, a traves de su catalejo magico? Ni siquiera a sus mejores amigos, Oscar y Lili, puede confiarles el secreto. Sin embargo, Mauricio tampoco puede quedarse sin hacer nada, porque tal vez sea la unica persona que puede ayudar a Pipa. Ya va siendo hora de que vuelva el señor Silvestre...
El yayo va en patinete. El yayo la lía siempre. Pepe lo tiene claro: ¡el yayo es un bebé! Pero la mamá de Pepe no está de acuerdo. Un libro sobre Pepe, su yayo, su mamá, y sobre personas grandes y pe
A en Pep li agrada amagar les ulleres de lavi, retallar-li el diari i guixar el seu sofa preferit, pero si lavi el renya es posa a plorar a llagrima viva fins que ve la mare. En Pep es diverteix empipant lavi, pero lavi tambe en sap dempipar i fer lorni.Aquesta tercera i ultima entrega de les vivencies den Pep i el seu avi serveix per reflexionar amb mes humor que mai sobre els petits detalls de la convivencia entre la mainada i la gent gran.
Quan lavi era petit, tot era molt diferent. No hi havia tantes cases, la llet venia directament de la vaca i els cavalls estiraven els cotxes. En Pep segueix amb interes les explicacions de lavi, pero les enten a la seva manera.En la segona entrega daquesta entranyable parella davi i net, saborda amb humor i sensibilitat la dificultat dexplicar als mes petits realitats daltres temps allunyades del mon que coneixen.
A Pepe le gusta esconder las gafas del yayo, recortar su diario y pintarrajear su sillón favorito, pero si el yayo le riñe, se pone a llorar a todo pulmón hasta que viene la madre. Pepe se divierte haciendo rabiar al yayo, pero el yayo tambien sabe hacer rabiar y hacerse el inocente.Esta tercera y ultima entrega de las vivencias de Pepe y su abuelo sirve para reflejar con mas humor que nunca los problemillas de convivencia entre peques y mayores.Aprender a convivir con los demas tambien significa aprender a hacernos responsables de nuestros actos. El no respeto por los demas se nos puede volver en contra de la forma mas inesperada.