LUCAS MOLINA

Partiendo de la nada y con una aportación alemana e italiana poco valiosa militarmente hablando, el ejército sublevado el 18 de julio de 1936, llegó a organizar dos unidades de carros de combate a nivel Agrupación, francamente importantes a nivel de la Guerra Civil española.La captura de carros y blindados soviéticos vendidos por aquel país al frente popular, constituyó la fuente principal de materia prima para que aquellas unidades agregadas al Ejército del Norte y al del Sur llegaran a alcanzar la potencia del fuego que consiguieron al finalizar el conflicto.

Este libro estudia la aportación de armas y efectivos humanos, procedentes del norte de Europa, al esfuerzo de guerra del Ejército Popular de la República. Cañones, obuses, morteros, aviones de combate, fusiles, ametralladoras, y varios centenares de voluntarios lituanos, estonios, letones y finlandeses, se incorporaron a la lucha contra el fascismo.Es la hora de conocer los entresijos y los personajes que intervinieron en el proceso de compra y traslado de este material, asi como la identidad y el encuadramiento de estos soldadosen las Brigadas Internacionales.

Los países bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, formaron parte del Imperioruso desde finales del siglo XVIII, aunque tras la Revolución soviética de 1917 y el final de la Primera Guerra Mundial llegarian a alcanzar su independencia.Tras el fracasado intento aleman de crear el Ducado Unido del Baltico, alque ningun otro pais del mundo reconocio, la derrota de los Imperios Centrales y el Armisticio del 11 de noviembre de 1918 propicio la declaracion de independencia de Letonia una semana despues.Pero la invasion bolchevique de los territorios balticos, obligo a la Comision interaliada a mantener hasta su derrota un contingente germano, que unido a las milicias y al naciente Ejercito Leton, derrotara a los rojos.

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Partiendo de la nada y con una aportación alemana e italiana poco valiosa - militarmente hablando-, el Ejército Nacional llegó a organizar dos unidades de carros de combate. La captura de carros y blindados soviéticos, provenientes del Ejército Republicano, constituyó la principal fuente de materia prima para dichas unidades.

Cuando se produjo la sublevación militar de julio de 1936 en España, las provincias del norte –Guipúzcoa, Vizcaya, Santander y Asturias– quedaron aisladas del resto del territorio en poder de los par

En los primeros meses de la Guerra Civil española, las unidades del Ejército del Sur –a las órdenes de Queipo– tuvieron unos limitadísimos medios blindados, fruto de las pocas existencias de las que

Partiendo de la nada y con una aportación blindado-acorazada de sus aliados alemanes e italianos, poco valiosa –militarmente hablando–, el ejército que se sublevó el 18 de julio de 1936 llegaría a or

La aparición en la Primera Guerra Mundial de llamado «Tanque» o «Carro de Combate», revolucionó, en cierta medida, el arte de la guerra. El carro de combate Renault FT-17 –tanque, en la nomenclatura

Desde comienzos de 1954, España comenzó a recibir ayuda y asesoramiento militar por parte del país occidental más importante en aquellos tiempos: los Estados Unidos de América. Unos meses antes, en septiembre de 1953, se habian firmado en Madrid unos Acuerdos que posibilitaban dicho acercamiento y que otorgaban a los americanos el uso por parte de sus tropas, de varias bases militares establecidas en territorio español.En este trabajo se traza el camino seguido por España desde 1945, que desembocaria en los pactos con los americanos y se analizan los Acuer dos de Madrid firmados en septiembre de 1953, acuerdos de los que se derivo la entrega a nuestro pais de armamento y material militar de la mas varia da indole, desde medios de transporte todo terreno hasta carros de combate, pasando por aviones de caza, buques de guerra, material de transmisiones, radares, etc

Desde comienzos de 1954, España comenzó a recibir ayuda y asesoramiento militar por parte los Estados Unidos de América. Unos meses antes, en septiembre de 1953, se habían firma- do en Madrid unos

Ochenta años después del inicio de la Guerra Civil española, este libro resulta fundamental para un análisis minucioso del material militar más importante adquirido por ambos contendientes en el extranjero.Aviones, carros de combate, blindados, cañones, obuses, morteros y otro material menor, desfilan por las paginas de este volumen para componer la panoplia mas ajustada a lo que realmente ocurrio con las adquisiciones de armas por ambos bandos, durante la contienda española de 1936-1939.Un trazado detallista, serio y riguroso, obra de dos de los autores mas versados en la materia, que quiere corregir, aclarar, puntualizar y rebatir algunos de los topicos que todavia mantiene la historiografia actual.