La aparición en la Primera Guerra Mundial de llamado
«Tanque» o «Carro de Combate», revolucionó, en cierta
medida, el arte de la guerra. El carro de combate Renault
FT-17 –tanque, en la nomenclatura de la época– fue un diseño
inusual entre los ingenios fabricados en aquellos tiempos por
los distintos países en conflicto.
Tras la recepción en España de un carro Renault FT-17, sería
en agosto de 1921 cuando se adquirirían otros 11 ingenios y se
constituiría la primera unidad «carrista» del Ejército español,
que sería enviada urgentemente a Marruecos.
En la Guerra Civil española el gobierno republicano adquirió
en Polonia 64 carros Renault FT-17, procedentes del ejército
de aquel país, con los que formó varias unidades, siendo la
más importante el Regimiento de Carros de Combate del
Ejército del Norte, en la zona cantábrica. Su rendimiento fue
muy limitado y su papel en el conflicto, más que discreto. Los
carros estaban ampliamente superados.
De aquella época han sobrevivido cuatro ejemplares, que se
conservan en varios acuartelamientos españoles. En El
Goloso (Madrid) se ha restaurado recientemente un ejemplar,
que está en disposición de marcha y en perfecto estado de
revista.