El sueño de una vida mejor, de construir un futuro que merezca la pena ser vivido, es una de las razones que empujan a las personas a cambiar de lugar y emprender un viaje hacia un nuevo destino. Pero no siempre se cumplen las expectativas. Hay quienes encuentran el sueño anhelado y quienes tropiezan con la pesadilla. Es la realidad de la inmigración que el periodista Luis Benvenuty, partiendo desde su propio periplo vital, refleja en Mudanzas a través de las voces de sus protagonistas. Son historias en primera persona que hablan de integración y desintegración, de arraigo y desarraigo, donde conviven las esperanzas e ilusiones con los sueños rotos y la frustración. A través de un relato construido a base de retazos, el autor plasma un mosaico realista de la inmigración. Un retrato agridulce que recoge toda clase de valiosos testimonios: algunos afirman haber perdido el alma, otros celebran haber logrado el futuro que anhelaban para ellos y sus hijos. En definitiva, la paradoja de la vida. De una nueva vida.
Las mentiras son inocentes, no son más que un silencio, un silencio que lleva a otro y que acaba levantando castillos y vidas enteras. Mario Venturini es un fracasado escritor cuarentón, un periodista venido a menos, una victima quijotesca de los mitos malditos de su generacion, un devoto de Bukowski y de Freddie Mercury, un tipo autentico, un cuentista cantamañanas, un padre de familia fantasma y borracho, un hijo prodigo y un abnegado esposo de lo mas infiel y, sobre todo, un embustero, un embustero muy mentiroso, tanto que su castillo no aguanta y lo pierde todo, su vida entera se desmorona. Ojala te suba todo narra sus peripecias y artimañas para recuperarlo todo, sea como fuere, cueste lo que cueste. Porque a veces la redencion no sirve para nada, no nos hace mejor personas. No hay mas que fijarse a nuestro alrededor, sobre todo ahora, en esta epoca de miserias. Y una mentira siempre conduce a otra.
Luis Benvenuty se harta de los halagos, de hacer todo lo que los demás quieren que haga a cambio de que le digan que lo hace muy bien. Y también se harta de que la sociedad se empeñe en que su hijo esté siempre bajo tratamiento porque no tiene ningún interés en relacionarse con los demás. De modo que se dedica a llevárselo a pintar moscas por toda la ciudad. Poque las moscas siempre sobrevuelan la caca. Además, el grafiti se basa en el anonimato. Pero las redes sociales hacen de su historia toda una leyenda urbana. Benvenuty descubrirá que el sistema tiene sus propios métodos para sofocar cualquier subversión. El protagonista verá cómo sus subversivas moscas son trasnformadas en inofensivos artículos de consumo muy de moda. Entonces sucede la tragedia.