LUIS FERNANDEZ LLORENTE

Miguel, el hijo de Amparo, es tonto. Eso dicen en el pueblo. El maestro, forzándolo a escribir con la derecha, potenció una tartamudez que marcaría su infancia y su adolescencia. Para consolarse, Miguel sueña, sueña con un bandido que vive escondido en los montes. En su fuero interno, Miguel desearia que ese bandido fuese su padre. Porque Miguel no tiene padre conocido. Su madre guarda silencio. a veces, la linea que separa la vida real de la soñada es muy fragil.

Cruce de caminos narra la historia de un joven que, incapaz de superar fuertes sentimientos de culpa, huye de su pueblo con la esperanza de labrarse un futuro mejor. En su afán por sobrevivir, entra en contacto con ambientes delictivos y se ve envuelto en un crimen, lo que le obligará a buscar refugio en el lugar del que partió. Pero regresar significa despertar a un fantasma dormido: el fantasma del remordimiento y el dolor, y en el pueblo tendrá que volver a soportar el peso de su propia circunstancia. En esta novela el autor nos ofrece el apasionante relato de un viaje vital: una huida y un regreso, un difícil perdón y un amor inesperado, un reencuentro y una traición...

En este relato el personajes se confiesa y su relato nos sumerge en un apasionante viaje vital, un destino azaroso.

El beso imperfecto trata de la búsqueda de la identidad. Roberto quiere darle un sentido a su existencia e intentará hallar respuestas entre las personas que lo roean. Pronto descubrirá que estas pistas no son suficiente. Necesita averiguar quién era su padre, desaparecido hace veinte años. El submundo delictivo en el que se encuentra inmerso su hermano Daniel y la frágil estabilidad mental de su madre desencadenarán situaciones en las que no le resultará fácil desenvolverse. Sus primera responsabilidades, su primer trabajo y su primer beso forjarán en él una visión particular de la Zaragoza de los años ochenta.