Un hombre anticuado, presenta, a través de la retórica, el humor, el recuerdo creativo y la tradición del género de novela epistolar, a dos personajes extemporáneos y tal vez imposibles, pero finalmente entrañables, a los que los tiempos modernos (la modernez, o la modernidad) pareciera haber dejado arrumbados en el desván de los trastos inservibles, y cuyo encuentro (no menos extemporáneo, tal vez no menos imposible) unido a la inocencia y bondad de sus corazones, los conduce a encontrarse a sí mismos, a través de un tan largo como inesperado meandro de sus vidas, al parecer ya condenadas.
El trueno, la mente perfecta toma su título de un tratado gnóstico descubierto en la localidad egipcia de Naj Hammadia. Está compuesto en seis tiradas -término acuñado en el ámbito de la épica medieval-, que constituye la primera parte de un amplio ciclo de poemas que se integra, a su vez, como la quinta línea de un exagrama del I Ching, en el conjunto del Libro Infinido, rúbrica bajo la cual el autor considera la totalidad de su obra, en su mayor parte inédita, a partir de 1983. Poesía de carácter inspirado, visionaria, producto de un "rapto", entroncada con las tradiciones más arcaicas, donde se entremezclan lo poético y lo sagrado, estos poemas se quieren eco y resumen de una conjunción de voces, culturas y tradiciones, con una clara conciencia de epílogo, límite y frontera con una nueva época que apenas adivinamos.