En octubre de 1941, ante la necesidad de tropas para frenar el avance alemán, Stalin tomó una decisión sin precedentes: la creación de tres escuadrones de aviación íntegramente femeninos. Vinogradova, investigadora en la sombra de los trabajos de Antony Beevor y Max Hastings, narra la historia de esas jovenes que se calzaron botas militares dispuestas a combatir en el frente oriental. Algunas de ellas eran instructoras de vuelo experimentadas, la inmensa mayoria nunca habia pilotado un avion. Con un marcado rigor historico y una excelente capacidad narrativa la autora nos acompaña a traves de sus vidas en el frente. Anecdotas personales conviven con la crueldad de la batalla en un relato conmovedor que busca reivindicar el papel de la mujer como protagonista de la historia.
En octubre de 1941, ante la necesidad de tropas para frenar el avance alemán, Stalin tomó una decisión sin precedentes: la creación de tres escuadrones de aviación íntegramente femeninos. Vinogradova, investigadora en la sombra de los trabajos de Antony Beevor y Max Hastings, narra la historia de esas jovenes que se calzaron botas militares dispuestas a combatir en el frente oriental. Algunas de ellas eran instructoras de vuelo experimentadas, la inmensa mayoria nunca habia pilotado un avion. Con un marcado rigor historico y una excelente capacidad narrativa la autora nos acompaña a traves de sus vidas en el frente. Anecdotas personales conviven con la crueldad de la batalla en un relato conmovedor que busca reivindicar el papel de la mujer como protagonista de la historia.Es imposible no admirar el coraje de esas aviadoras que se hacian la ropa interior con la seda de los paracaidas de los pilotos nazis que derribaron. (Jacinto Anton, El Pais)
Narra magistralmente la historia de las muchachas que se ofrecieron voluntarias para luchar contra la invasión nazi de la Unión Soviética.
Al igual que hizo con Las brujas de la noche, Vinogradova