Este volumen de la Enciclopedia Iberoamericana de las Religiones analiza, en sus diez artículos, las religiones andinas. Como los demás tomos de la EIR, combina las dimensiones geográfica, temporal y cultural de los distintos cultos. Geográficamente, se centra en las religiones de los Andes de América del sur, sobre todo de Perú, Bolivia y Ecuador. Temporalmente, se extiende desde la religión de los primeros habitantes de esa área, pasando por la religión andina colonial, producto de la gran transformación que se dio con la evangelización durante el virreinato, hasta el mundo religioso actual, tan complejo a causa de la predicación evangélica, la renovación de la Iglesia y las ideas de la Ilustración y la secularización tecnológica. Culturalmente, abarca las religiones aparecidas en las distintas sociedades del área, de las que la más conocida fue la del Tawantinsuyu cuzqueño. Conviene señalar que la religión incaica, aunque ha sido muy descrita y analizada por los cronistas españoles y por los peruanistas posteriores, no por eso debe ser considerada la más importante de las religiones andinas, porque no es fácil hallar criterios válidos para medir esa importancia.
Este ambicioso tratado sobre el fenómeno religioso en América Latina es producto de una larga docencia universitaria y de investigaciones realizadas sobre el terreno en varios países. Aunque su enfoque es básicamente antropológico, incluye también una dimensión interdisciplinar y pretende ser útil a todos los estudiosos del hecho religioso. Consta de dos partes independientes. La primera es un análisis general del fenómeno religioso, en el que se exponen conceptos y teorías sobre el mismo: la religión y su especificidad, mito y rito, experiencia y éxtasis, ética y política, sincretismo, secularización, eclecticismo, agnosticismo e increencia. A la luz de dichos conceptos y teorías, en la segunda parte se analiza el complejo panorama religioso de América Latina a través de casos concretos. Se profundiza sobre todo en el catolicismo mayoritario, así como en el creciente evangelismo, sin olvidar las minorías religiosas viejas y nuevas, autóctonas e importadas.