El llamado "giro lingüístico" de la filosofía contemporánea ha puesto el lenguaje en el centro de la discusión; de modo tal que se presenta en la actualidad como el gran consenso filosófico en el que hay multiplicidad de perspectivas para pensarlo. En este amplio abanico de posiciones, la hermenéutica filosófica ocupa un lugar fundamental, en tanto principal representante de la corriente que ve en el lenguaje una función particularmente ontológica, y que, por ende, defiende que el lenguaje no es sólo el modo de ser del mundo y de nosotros mismos, sino que además el ser se manifiesta como lenguaje. ¿Qué quiere decir preguntar por el lenguaje? ¿Qué es esa cosa en la que nos movemos y en la que somos? No hay lugar no lingüístico desde el cual preguntar por el lenguaje, sino que es necesario investigar desde él mismo. De la multiplicidad de manifestaciones lingüísticas el presente texto trabaja específicamente con una: El relato de ficción, para ver allí las posibilidades ontológicas que se despliegan. Desde las hermenéuticas de Hans-Georg Gadamer y Paul Ricoeur, así como desde el análisis de teorías literarias (del estructuralismo a la escuela de la recepción), este tratado elabora un marco teórico para la narrativa siguiendo esta pregunta: ¿Cuál es el modo de ser, el modo en el que acaece y aparece el relato de ficción? El concepto de mimesis será el hilo conductor para responderla puesto que permite la vinculación del texto con la lectura y con el mundo, y ello resulta de la mayor importancia para una estética que quiere pensar la incidencia del texto en nuestra realidad..CONTINUAR
Qué es la naturaleza resulta una pregunta ineludible para la filosofía, pues en su respuesta se juega lo que somos y nuestro lugar en el mundo. El último gran momento en que la filosofía la trató fue durante el siglo XIX cuando habia aun filosofias naturales y el romanticismo intentaba ganar un regreso a la naturaleza en medio de las transformaciones provocadas por la revolucion industrial. No obstante, termino por volcarse, sobre todo, a ser filosofia del lenguaje, de la historia y de la cultura. Pareceria que durante el siglo XX dicha cuestion estuvo dominada por las ciencias. ¿Por que este abandono del terreno de lo natural, particularmente en el siglo que vio nacer la biotecnologia, la descripcion y manipulacion del ADN, los organismos geneticamente modificados, la agroindustria y los cambios a escala planetaria con afectaciones todavia inmensurables?Es imprescindible e impostergable volver a pensar la naturaleza desde la filosofia, pero no segun el modelo de las ciencias, pues no se trata de explicar el fenomeno desde lo medible y cuantificable, no se trata, pues, de explicar la materia desde lo material, sino desde el concepto. ¿Como producir los conceptos adecuados para pensar el mundo que enfrentamos hoy? ¿Como filosofar lo natural sin perder la especificidad de las humanidades y sin someterse al dominio tecnocientifico, pero tampoco sin pretender saber mas y mejor que las ciencias en el terreno de la explicacion material?¿Como fundar un ambito propio para la filosofia en el que tras la ubicuidad de la tecnociencia podamos volver a preguntar por lo natural?Este libro abre ese camino, desde una reflexion profundamente asentada en la ontologia estetica, la cual busca en las manifestaciones sensibles el modo de interrogar por lo natural, que busca hacerlo, entonces, desde el arte y el lenguaje, desde la experiencia, desde lo concreto e inmanente, desde lo humano, la planta, lo animal y lo maquinico. En este libro se presenta un camino desde donde es posible pensar.
La filosofía de Gadamer lleva a su lado indefectiblemente el epíteto de hermenéutica, puesto que ha sido, en gran medida, la fundadora de la hermenéutica filosófica contemporánea. Ésta se ha convertido, en las ultimas decadas, en asidero no solo de importantes debates filosoficos sino tambien de grandes propuestas de pensamiento no solamente dentro del ambito de la filosofia sino de las humanidades y las ciencias sociales en general. Sin embargo, el gran peso que la hermeneutica ha tenido en la segunda mitad del siglo XX ha significado concretamente para la filosofia de Gadamer el olvido o al menos el relego de su estetica, la cual constituye un eje imprescindible y fundamental en la construccion de su hermeneutica como lo atestigua su gran obra, Verdad y metodo. El punto de partida de sus reflexiones queda establecido con la pregunta por la obra de arte. Este libro demuestra y muestra que la hermeneutica filosofica de Gadamer esta inexorablemente entrecruzada con su estetica, mas aun, gira en torno a un paradigma estetico, de modo tal al enfrentarnos con su pensamiento lo que tenemos es una estetica hermeneutica y una hermeneutica que es estetica.
Sólo mediante un ejercicio dudoso de análisis podemos pensar en la humanidad desnuda, despojada de todas las mediaciones técnicas que se han confundido con su piel. El punto cero del cuerpo humano, mas que una verdad autoevidente, es un mito, gesto mitol