La pintura puede inspirar la escenografía, el cromatismo o la caracterización de los personajes de una película. También Picasso, Van Gogh, Las Meninas, Goya o la capilla Sextina son susceptibles de convertirse en imagenes cinematograficas. Pero su presencia va mas alla y actua en niveles mas profundos., como demuestran obras tan dispares como Vertigo, Moulin Rouge, El gatopardo, La edad de la inocencia o Frida. Y esto es asi porque el cine es, en parte, heredero del arte pictorico. Este libro intenta descubrir los distintos caminos por loas que la pintura llega al cine, estableciendo sus complejas relaciones, las semejanzas y las diferencias entre ambos tipos de representacion visual, teniendo en cuenta que cualquier reflexion sobre el tema supone hablar siempre de puesta en escena, es decir, de como construir una imagen.