Este trabajo se enmarca en el ámbito de las respuestas que la sociedad internacional debe ofrecer a las grandes crisis humanitarias de las que los últimos años del siglo XX fueron testigo y que nadie queria ver repetidas, pero he querido hacerlo activando su zoom sobre el conflicto de Darfur, una region de Sudan hasta hace no muchos años desconocida, que en 2003 comenzaba a sufrir una de las mayores tragedias de los ultimos tiempos convirtiendose asi, a priori, en la situacion idonea para llevar a la practica las ambiciosas soluciones diseñadas en la teoria. Varios años han transcurrido desde entonces, pero los civiles continuan viviendo en Darfur su infierno particular sin que ninguna iniciativa se haya aplicado con exito. La comunidad internacional ha suspendido, parece, su primer examen, poniendo de manifiesto que la aparicion de la llamada obligacion de proteger (2001, 2004-2005) a cargo de la comunidad en ciertas circunstancias y que tantas esperanzas desperto no fue sino una fugaz estrella cuya estela apenas somos ya capaces de entrever. Darfur ha sido la primera gran prueba de fuego de la responsabilidad de proteger y no ha sabido superarla con exito. Ahora es un buen momento para reflexionar si nos resignamos a que siga siendo asi o aplicamos respuestas que de una vez por todas resulten verdaderamente efectivas.
Las reiteradas violaciones que el Estado de Derecho, valor fundamental para la Unión Europea, ha sufrido en los últimos años por parte de algunos Estados Miembros (Polonia, Hungría,) obligaban a la Union a reaccionar para intentar ponerles fin. Esta obra pretende analizar, desde todos los ambitos posibles (politicos, normativos y jurisprudenciales), las virtudes y carencias de la respuesta de la Union frente a esas amenazas al Estado de Derecho, incidiendo de manera especial en el fracaso de los mecanismos existentes en los Tratados, los intentos de proteger dicho valor con normas nuevas y la accion del Tribunal de Justicia que, con su jurisprudencia, ha sido el fiel defensor del mismo, demostrando, sentencia tras sentencia, que su respeto es imperativo para los Estados Miembros.
En este obra se afrontan algunos de los problemas que el avance de la ciencia y tecnología ha supuesto para el Derecho Internacional. Son tres, en concreto, los ámbitos elegidos, en el entendido de que, por el interes demostrado por los Estados, son susceptibles de originar las mayores controversias juridicas. En la primera parte se analizan los drones y su compatiblidad con las normas que regulan el uso de la fuerza, el derecho internacional humanitario y los derechos humanos, asi como la falta de respuesta de la Union Europea a estas cuestiones. La segunda parte, centrada en las armas autonomas, pretende comprobar hasta que punto su aparicion y desarrollo obliga a la adopcion de nuevas normas que contemplen de manera expresa sus particularidades o si, por el contrario, las existentes resultan ya suficientes para regular su empleo y la responsabilidad por su uso. Al ciberespacio se dedica la tercera y ultima parte, que hace especial hincapie en la necesidad (o no) de aplicar a este ambito nuevas normas y que iniciativas existen al respecto, tanto desde el punto de vista del Derecho Internacional como del Derecho de la Union Europea.