María Luengo

Además de enriquecer nuestros platos, la mayoría de aceites vegetales comestibles nos aportan nutrientes fundamentales para gozar de una buena salud. El aceite de oliva es, sin duda, el rey de todos ellos y uno de los alimentos estrella de la dieta mediterránea. Su riqueza en ácido oleico, combinada con su contenido de vitamina E y compuestos fenólicos de marcado efecto antioxidante lo convierten en un verdadero aliado de la salud cardiovascular. También previene el envejecimiento celular, mejora las funciones congintivas, protege contra el cáncer y favorece la salud ósea y la digestión. Actualmente, además, disponemos de una gran variedad de aceites que no sólo se diferencian por su aporte nutricional sino también por su sabor, aroma y posibilidades de uso. De girasol, de soja, de sésamo... descubre todas sus particularidades y cómo podemos utlizarlos en la cocina.

Los expertos en nutrición ensalzan hoy su privileagiada composición nutricional. Rica en grasas, fibra, proteínas, vitaminas y minerales, es un complemento excelente de la dieta, en cualquier momento del día. Junto a ella, los frutos secos están recuperando hoy el lugar que merecen en nuestra mesa. Sabrosos y nutritivos, estos alimentos destacan por ser grandes aliados de la salud cardiovascular. No en vano, los especialistas aconsejan consumir entre una y cinco raciones a la semana. Todos ellos poseen, además, interesantes aplicaciones culinarias, por lo que resulta muy fácil introducirlos en nuestros menús. Toma nota de todos sus beneficios y de como puedes prepararlos.