En una serie de sesenta y cinco monografías realizadas por prestigiosos especialistas de diferentes universidades españolas, se presenta un completo y extenso recorrido a través de la historia de nuestra civilización y cultura, desde las primeras civilizaciones fluviales hasta la caída del Imperio Romano de Occidente. La cuidada selección de textos de autores antiguos, mapas, ilustraciones, cuadros cronológicos y orientaciones bibliográficas, junto con su gran extensión y rigor, hacen de esta colección un recurso imprescindible para la realización de trabajos monográficos, y /o la profundización sobre los temas referidos al Mundo Antiguo que se suelen abordar en los manuales al uso. Ello permite además que cada libro pueda funcionar como un capítulo diferenciado en el conjunto completo de la obra o bien, directamente, como una monografía especializada.
Las pequeñas figuras femeninas fueron mayoría en la representación antropomorfa en la Antigüedad. Estas figuritas se han vinculado tradicionalmente con la existencia de una diosa omnipresente, cuyo culto habría tenido continuidad desde los albores de nuestra especie. Esta imagen vaga, genérica, de una Diosa Madre se ha relacionado con todos los aspectos de la fertilidad, así como con las experiencias mágicas y religiosas. El objetivo de este estudio es, a través de el análisis de cuatro grupos de figuritas femeninas -en lugares y tiempos muy distintos-, proponer otra forma de analizar estas figuras, con reslutados que apuntan a un cuadro de una mucho más amplia diversidad cultural.
Durante mucho tiempo la historiografía moderna del mundo griego antiguo parecía compartir la invisibilidad y el silencio que en las fuentes antiguas rodean a la memoria histórica de las mujeres. Sin embargo, a partir de la década de los setenta del pasado siglo, el interés por las mujeres y por la historia de la sexualidad en la cultura griega surgió con fuerza, sobre todo en ámbitos académicos anglosajones. La introducción de esta doble temática, en los estudios clásicos, estuvo frecuentemente ligada a las reivindicaciones que en esos mismos años llevaban a cabo los defensores de los derechos de las mujeres y de los homosexuales. Probablemente por esa razón los sectores más conservadores de la disciplina han mantenido una actitud crítica o de escaso reconocimiento hacia los trabajos y estudios realizados. Con todo, puede decirse que desde la historia de las mujeres se ha planteado una revisión de aspectos teóricos y metodológicos esenciales para la investigación de las sociedades clásicas y que esa renovación ha influido notablemente en la disciplina en su conjunto. El objetivo principal de este libro es presentar las principales líneas de investigación arqueológica e histórica que se han desarrollado en los últimos años sobre las mujeres en las ciudades griegas. Pero el deseo principal de la autora es demostrar que pese a que su cultura les exigiese «dar lo menos posible que hablar, ni en bien ni en mal», las mujeres y sus actividades tuvieron un papel esencial en la historia de la ciudad griega.