¿Qué es la psicología comunitaria? Esta pregunta, tan aparentemente sencilla, recibe de la mano de Maritza Montero un rico y exhaustivo desarrollo que le permite desplegar los conceptos fundamentales que conforman la base de esta disciplina. Nacida a partir de la preocupación por ampliar la perspectiva intrapsíquica que dominaba la psicología tradicional, la psicología comunitaria ha ido evolucionando desde su surgimiento gracias al aporte de distintas corrientes teóricas analizadas por la autora: la fenomenología, el marxismo, el enfoque ecológico-cultural, la psicología de la liberación, los enfoques crítico y sistémico, y el modelo iterativo-reflexivo-generativo. A ellas añade su propia visión desplegada a lo largo de la obra. El lector encontrará articuladas las problemáticas más relevantes que giran en torno de la labor en el ámbito comunitario: las características propias de la disciplina en América latina, la formación de los psicólogos comunitarios y la producción del saber, la diferencia entre participación comunitaria y compromiso, las relaciones entre presión social, conversión y concientización, entre otras. El texto incluye un glosario de términos propios de la psicología comunitaria, que permitirá al lector un rápido acceso al vocabulario técnico del área. Segundo volumen de una serie que se inició en esta misma colección con Teoría y práctica de la psicología comunitaria: la tensión entre comunidad y sociedad –y que proyecta extenderse a una trilogía– esta obra es el resultado de más de treinta años de fecunda labor de la autora en el área comunitaria.
En América latina, el fenómeno de la globalización y la instauración del modelo neoliberal como soporte político e ideológico ha traído como consecuencia un devastador proceso de exclusión de grandes masas poblacionales y el deterioro de las identidades culturales. Esta situación, que involucra a toda la sociedad, plantea hoy un desafío a las ciencias sociales, y en particular a la psicología, en la medida en que exige una pronta y profunda revisión a fin de estructurar una disciplina adaptada a nuestras realidades, que advierta los componentes socioculturales de nuestros problemas y tenga como objetivo y escenario inmediato el trabajo en la comunidad.La psicología social comunitaria generada en los países americanos ha estado desde sus inicios orientada hacia el cambio social, entendido como aquellas transformaciones en las comunidades y en los actores sociales que apuntan al fortalecimiento de su capacidad de decisión, al control de sus propias acciones y a la responsabilidad por sus consecuencias, obtenidos a partir de ellos mismos. Pero no es posible hoy plantearse las transformaciones de peso que nuestras comunidades requieren sin hacer una reflexión exhaustiva sobre el poder y sus configuraciones, sobre los diversos tipos de liderazgo, las formas de resistencia comunitaria, sus redes, así como también sobre la articulación entre democracia, sociedad civil y acción política. Tarea que Maritza Montero despliega en esta obra, introduciendo los desarrollos más recientes en su campo y echando mano de conceptos y categorías de análisis y de interpretación que constituyen el fruto de casi treinta años de experiencia en el trabajo de campo en el área comunitaria y en la actividad académica.