En el extraño fin del siglo XVIII que vivió William Law frente a Hume, Swedenborg frente a Kant, Saint-Germain, Mesmer y Cagliostro frente a Rousseau, Diderot y Voltaire, mientras en toda Europa se extendía una infinidad de sectas y ritos, y tanto las ideas más vanas como las más sublimes levantaban su tribuna en las logias masónicas, apareció en Francia un hombre cuya silenciosa labor supuso un curioso contraste respecto a las turbulentas propagandas de la mayoría de los reformadores de su tiempo: Martinès de Pasqually. Este hombre, cuyo desinterés y sinceridad estaban por encima de toda sospecha, se esforzó por devolver a los principios esenciales de la francmasonería ciertas logias que a la sazón se habían desviado casi por completo a consecuencia de una serie de sucesos. El -Tratado de la reintegración de los seres- es uno de sus más interesantes y notables trabajos pues, contiene la sustancia de la doctrina tradicional, sin ningún añadido ni sustracción, de Martinès de Pasqually.
"Martines de Pasqually (1710-1774) fundador de la Orden de los Caballeros Masones Elus Cohens del Universo, se ha convertido en una figura fundamental del Iluminismo, marcando para siempre el siglo XVIII y proyectando su influencia hasta el día de hoy, dando lugar a las diversas Órdenes Martinistas Modernas. ""Sólo soy un simple instrumento del que Dios ha querido, indigno como soy, servirse, para recordar a los hombres, su primer estado de masón, a fin de hacerles ver que ellos son realmente hombres-Dios, creados a imagen y semejanza de este ser todo-poderoso"."