Mauro Suttora, es senior editor de Oggi y columnista en el New York Observer, así como colaborador habitual de Newsweek. Es autor de Pannella & Bonino (2001) y No sex in the city (2007).
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Claretta Petacci, la amante de Benito Mussolini, transcribía cada día en su diario las conversaciones que mantenía con el Duce, en que éste le contaba sus intimidades, recordaba su vida o la ponía al corriente de los acontecimientos políticos: la guerra de España (y su indignación contra ?el idiota de Franco?), la persecución de los judíos, el pacto de Munich... El comprometedor contenido político de estos diarios explica que el gobierno italiano los mantenga todavía en secreto y que sólo haya autorizado la publicación de esta primera parte. Pero lo que los hace excepcionales es su calidad de documento humano en que un dictador se muestra sin disfraz alguno, con sus frustraciones, sus miserias, sus aspiraciones de grandeza y hasta con sus obsesiones sexuales, en unas confidencias que fueron hechas sin pensar que algún día podrían llegar a ver la luz pública. Esta mezcla de experiencias vividas y sueños imperiales nos ayuda a entender mejor lo que fue realmente el tinglado de retórica y cartón piedra del fascismo italiano.
Claretta Petacci, la amante de Benito Mussolini, transcribía cada día en su diario las conversaciones que mantenía con el Duce, en que este le contaba sus intimidades, recordaba su vida o la ponía al corriente de los acontecimientos politicos: la guerra de España (y su indignacion contra el idiota de Franco ), la persecucion de los judios, el pacto de Munich... El comprometedor contenido politico de estos diarios explica que el gobierno italiano los mantenga todavia en secreto y que solo haya autorizado la publicacion de esta primera parte. Pero lo que los hace excepcionales es su calidad de documento humano en que un dictador se muestra sin disfraz alguno, con sus frustraciones, sus miserias, sus aspiraciones de grandeza y hasta con sus obsesiones sexuales, en unas confidencias que fueron hechas sin pensar en que algun dia podrian llegar a ver la luz publica. Esta mezcla de experiencias vividas y sueños imperiales nos ayuda a entender mejor lo que fue realmente el tinglado de retorica y carton piedra del fascismo italiano.