Esta es la historia sencilla y heroica de una vida muy breve -17 años- cara a Dios, con alegría en el dolor, con paz en la muerte.Esta es la historia sencilla y heroica de una vida muy breve -17 años- cara a Dios, con alegria en el dolor, con paz en la muerte.¿Es posible, en plena juventud, con una vitalidad imparable y un futuro envidiable, aceptar una dura enfermedad y morir con una sonrisa de oreja a oreja? Esta es la historia sencilla y heroica de una vida muy breve -17 años- cara a Dios, con alegria en el dolor, con paz en la muerte.
Las palabras evangélicas que advierten de la necesidad de hacerse como niños para entrar en el Reino de Dios, sirven a su autora para ilustrar diversos aspectos de la vida de infancia espiritual que puede vivir cualquier cristiano.Se trata de una doctrina que a lo largo del siglo XX encontro impulso en los escritos de Santa Teresa del Niño Jesus, Santa Faustina, San Josemaria Escriva... pero que esta enraizada en toda la historia de la espiritualidad cristiana, que sintoniza muy bien con el contraste de grandeza y fragilidad que el hombre contemporaneo descubre en su corazon.
La existencia de esta joven que falleció con 17 años no fue extraordinaria; sí lo fue su relación con Dios, tal como declara la Iglesia al proponerla como ejemplo para imitar, e impulsa el acudir a su intercesion. En estas paginas te asomaras a su alma y descubriras el motor que movio siempre su vida: el amor a Dios.