¿Por qué, tan poco tiempo después de la euforia de los acuerdos de Oslo, la sociedad israelí le dio la espalda a la paz? ¿Cómo, con la segunda Intifada, los palestinos ciudadanos israelíes se convirtieron en los enemigos del interior? ¿Por que la idea del desplazamiento de los palestinos, defendida hasta hace poco tiempo solo por algunos exaltados de extrema derecha, hoy es discutida abiertamente por los grandes partidos politicos? Michel Warschawski demuestra que lo que parecia un viraje brutal tiene en realidad sus origenes en el pasado del Estado judio y democratico: el paso sin transicion, en 1948, de organizaciones nacional-coloniales a una estructura de Estado, la ausencia de un claro concepto de derechos del ciudadano, el rol del ejercito, tradicionalmente fuerte pero hoy tan reforzado que los oficiales superiores hacen declaraciones politicas, amenazan al gobierno y se dirigen directamente al pueblo...
Achcar y Warschawski, originarios de estos dos países enfrentados, el Líbanos e Israel, y unidos desde hace más de treinta años por una amistad más fuerte que cualquier conflicto, analizan esta última guerra y sus consecuencias a traves de una observacion minuciosa del contexto politico y estrategico y de su perspectiva historica. Esta guerra, lejos de obligar a Hezbola a deponer las armas, ha colocado a la organizacion islamista chiita como el enemigo mas prestigioso de Israel y a su lider Hassan Nasrallah en el heroe mas popular despues de Nasser. Esta es la crisis mas grave que Israel ha tenido que afrontar desde la guerra de 1973.
Por una parte, el presente testimonio lleva al lector por la historia reciente del conflicto que israelíes y palestinos viven cotidianamente, en la que se han sucedido guerras cruentas y catástrofes humanitarias, ademas de que han surgido radicalismos implacables. Por otra parte, esta apasionante narracion tiene como eje el transito de quien ha peregrinado desde el judaismo profundo en Europa hasta la peligrosa posicion del pacifismo laico en Israel, con el horizonte psicologico, politico y cultural de una frontera permanente:Los ultimos treinta y cinco años de mi vida han sido una larga marcha por la frontera, o, mejor dicho, por las diferentes fronteras en las que se codean israelies y arabes, israelies y palestinos, pero tambien judios e israelies, religiosos y laicos, judios europeos y judios orientales. Fronteras que se entrecruzan y a veces se superponen, mas o menos permeables, mas o menos infranqueables.Nacido en Estrasburgo en el seno de una familia religiosa, a los dieciseis años Michel Warschawski se instala en Israel para proseguir sus estudios talmudicos. Alli acaba convirtiendose en una de las figuras mas conocidas de la izquierda radical israeli. Militante por la paz palestino-israeli desde 1968, condenado a veinte meses de prision por su apoyo a organizaciones palestinas ilegales, Warschawski relata en este texto un recorrido y un compromiso excepcionales, en los que el sentimiento no es excluido por la politica ni la emocion por la razon. Ligado a los valores del judaismo de la diaspora, inspirado en el socialismo sin fronteras de los revolucionarios del antiguo mundo yidish, este pasador de fronteras conoce y denuncia la amarga realidad interior de Israel.