Como de costumbre, el conductor arrancó el motor de su autobús e inició su ruta. Fue recorriendo las paradas habituales, recogiendo a los pasajeros de siempre, hasta que, de repente, guiado por la sed de aventura, giro emocionado por un desconocido camino que le llevo a nuevos y diferentes lugares, paradas y pasajeros. ¿A donde se dirigen?, le preguntaban. ¡A cualquier parte!, les decia el conductor. ¡Estamos de aventura!. ¡Ah, vale!, respondian y subian animados al autobus. Poco despues, aquel autobus estaba lleno de personas felices que no tenian ni idea de donde iban. Pero los pasajeros eran cada vez mas y mas y ¡ya no quedaba sitio! ¿Que hicieron?