La problemática expuesta en este libro nos afecta tanto al ciudadano ajeno a Internet como al cibernauta experto, en la medida en que de modo involuntario nuestros datos circulan por la Red. A pesar de que los mecanismos de defensa y proteccion de derechos e intereses son conocidos en los sistemas de regulacion clasica, no sucede lo mismo con los sistemas de autorregulacion donde, al ser de base privada y decaer lo publico, decaen tambien los mecanismos de proteccion que nuestro sistema juridico-publico nos otorga sin distincion, dejandonos en consecuencia indefensos y desamparados ante los operadores y reguladores privados del sistema, cuando no ante operadores de sistemas estatales ajenos al control judicial.