Cuando el tema del terrorismo está sobre el tapete, al ciudadano le resulta difícil mantener la calma de la argumentación serena y ecuánime. La demonización o la apología a ultranza, según los casos, son los deltas en los que se suele desembocar a partir de consideraciones relativas a las experiencias vividas o a los reduccionismos más o menos interesados. En algunas ocasiones, las condenas más acerbas del terrorismo conviven con quienes amparan otros tipos de violencia aún más execrables. En otras, son una denuncia de la injusticia politizada que trunca tantas vidas inocentes. Su apología ocasional es legítima si se enfrenta a la opresión explícita o tácita, pero no está justificada cuando reivindica mediante la violencia intereses canalizables por medios de expresión democráticos. Disipar la niebla que oculta algunas distinciones conceptuales básicas en torno a la cuestión del terrorismo, es una condición previa para poder emitir un juicio evaluativo razonable sobre él. Resulta imprescindible aproximarse analíticamente a nociones como las de violencia política, institucionalizada y meramente delictiva. Es preciso considerar la noción de guerra justa, estudiar los distintos perfiles psicológicos del terrorista y sopesar las razones de unos y otros. La consideración de dos puntos de vista éticos antagónicos, el utilitarismo y el deontologismo, servirá para realizar la posterior catalogación ética de tales grupos. Todo ello con el fin de presentar una red de conceptos y argumentos que contribuyan a matizar el marco habitual de discusión.
Este libro estudia cuestiones pertenecientes al campo de la lógica aplicada, concretamente de teoría de la argumentación informal. Abarca el análisis de los principales tipos de errores por incompetencia argumentativa a partir de un enfoque normativo actualizado y con una propuesta de taxonomía de falacias lógicas informales basada en los criterios básicos de buena argumentación. Se identifican, describen y ejemplifican, con textos de varios niveles de dificultad, las falacias más habituales (entre ellas, las falacias «ad hominem, ad populum, petitio principii», por inducción precipitada, falsa analogía, falso dilema) presentes en diferentes interacciones lingüísticas interpersonales (documentos políticos, periodísticos, pseudocientíficos, filosóficos) formuladas en lenguajes naturales. A lo largo del libro, los principales epígrafes se ilustran con textos extraídos del «Quijote» y de obras de Lewis Carroll. En los capítulos iniciales se abordan asuntos previos recomendables para la buena comprensión de los capítulos de desarrollo de falacias específicas, a saber, la relación entre lógica y retórica, los distintos tipos de argumentos, la relación entre razonar y argumentar, el lugar de las emociones en la argumentación falaz y las distintas teorías y definiciones de falacia, así como los errores conceptuales más comunes asociados con el término o el vínculo entre...