La obra recoge un conjunto de textos cuya vocación es la de replantear algunos lo de los modos en que la configuración problemática de los espacios se cristaliza en concepciones de género y en las formas de vida que les son aparentemente intrínsecas. Se abordan así, entre otros temas, la cuestión de género como un problema a la vez ontológico y normativo y cómo la noción de género es últil para describir y para regular un cuerpo social sin mezcla. Se pretende también aportar algunos elementos de reflexión en el examen del lugar de lo marginal y lo periférico en la cultura institucionalizada.
Escrito por una historiadora, este no es sin embargo un libro de historia sobre la España de los sesenta. Tampoco una autobiografía ni una suerte de memoria personal de aquellos años, tras los negros cuarenta y los grises cincuenta, de transito incierto hacia la modernidad y el bienestar. Pero si un retazo de memoria compartida de aquella España de “ni fu ni fa” que “sin haber razones de quererla por sus meritos, tampoco las daba para abominar de ella”. Una memoria dictada y evocada desde los recuerdos de infancia de una baby boomer, aunque capaz de interpelar a aquellos que no formaron parte de esa generacion, “la primera con dos cabezas: la propia y la del televisor”, y que tambien pudo tomar distancia de la vida de padres y abuelos, “absorbiendo mas el colorante que la sustancia” del nacionalismo español. Un relato que describe, a traves de elocuentes imagenes y escenas cotidianas, algunas entrañables y edificantes, otras mas asperas y desabridas, como era la vida y la mentalidad de aquel entonces. “La gente, modesta y no mal intencionada en su conjunto, hacia lo que podia: de la necesidad virtud. Y sacaba el pecho encarando el dia a dia con diez de pipas”.