¿Había vivido mil años para esto? Reinn Mackenzie era un vampiro resentido con su especie. Hombres lobo, hombres gato... Reinn los odiaba a todos, ya fuera por su auténtica pesadez o por el movimiento astuto de sus bigotes. Pero lo que odiaba por encima de todo era su trabajo: guardian de la sangre, menuda estupidez.
Blythe nace en el año 2310, en una época en que casi todo, incluida la vida, es indestructible. La esperanza de vida es tan alta que la gente acaba aburrida de la vida y la mayoría padecen graves depresiones. Blythe trabaja para la empresa Ecstasy, que se encarga de mejorar el estado emocional de las personas. Se dedica a leer los sentimientos de los clientes (es una telepata emocional) y les consigue lo que necesitan para ser felices, pero la empresa tiene una regla de oro: no utilizar jamas el sexo para conseguirlo. En su ultimo caso, traspaso esta frontera y, como castigo, su director la exilio a un pequeño pueblo de Wyoming. Para demostrarle a su jefe que es capaz de hacer bien su trabajo, acepta un nuevo encargo que la lleva a viajar no solo en el espacio sino tambien en el tiempo: al castillo Mackenzie en Escocia, en el año 1785. Alli debera hacer feliz al amo del castillo, Darach Mackenzie, un atractivo y peligroso vampiro; pero para conseguirlo, no podra utilizar el sexo o sera definitivamente despedida.