Mitos y verdades del padre de la democracia.Puntero y estadista a la vez, tipificar a Raúl Alfonsín es tan difícil y fascinante como el mismo personaje. Podía tanto dialogar en pie de igualdad con Bill Clinton o con Felipe Gonzalez como involucrarse en la conformacion de una lista partidaria en el distrito mas pequeño de la provincia de Buenos Aires.Quienes lo conocieron revelan en este libro un hombre en la intimidad familiar y en el ruedo politico. Descuidado con las finanzas domesticas; audaz a la hora de trazar su propio camino partidario; decidido en l a defensa del regimen democratico; comprometido en la proteccion de los derechos humanos durante la dictadura. Tras levantar su voz para rechazar la recuperacion de las islas Malvinas y exigir la restauracion democratica luego de la caida de Puerto Argentino, derroto por primera vez al peronismo en las urnas.Valiendose de numerosos dialogos y testimonios de amigos, familiares, conocidos y adversarios, el periodista Oscar Muiño reconstruye la personalidad de un lider decisivo en la Argentina de las utlimas decadas del siglo pasado, cuya influencia sigue presente aun años despues de su muerte.
El general de las causas perdidas. Nunca triunfador, jamás vencido, Ángel Peñaloza pelea por los suyos largas campañas que no puede ganar. Combate junto a jefes prestigiosos: Quiroga, Lavalle, Benavides, Urquiza. Enfrenta, lanza en mano, a los gobernadores porteños mas poderosos del siglo: Juan Manuel de Rosas y Bartolome Mitre. Ambos siguen contra el persecuciones de exterminio. Todos, aun sus enemigos, reconocen en Peñaloza un hombre de bien. Nadie lo acusa de haber torturado ni ejecutado a los vencidos en tiempos que todos lo hacian.Sarmiento y Hernandez, las dos grandes plumas del siglo XIX, dedican sus propias biografias al Peñaloza. Hernandez ve en Chacho uno de los caudillos mas prestigiosos, mas generosos y valientes, que ha tenido la Republica Argentina. Hasta Sarmiento, su adversario implacable, termina admitiendo que alguna cualidad verdaderamente grande debia de haber en el caracter de aquel viejo gaucho.Las guerras del Chacho remontan a valores, creencias y costumbres de una epoca ya lejana. Un mundo sin telegrafos, trenes, ni rutas transitables. Un tiempo en que la Argentina interior se ve sometida a la tension del mayor cambio politico, economico, demografico, cultural e institucional de su historia.
Nacida como puerto misérrimo en el Atlántico sur, condenada a no poder comerciar con nadie, sin nobles ni plantaciones esclavas, Buenos Aires, la más plebeya de las ciudades españolas, se incorpora al mercado mundial por obra del contrabando. Luego del 25 de mayo, se las ingenia para pelear en varios frentes y convertirse en la unica capital criolla que jamas fue reconquistada por las tropas realistas. Ciudad sin marinos, disemina corsarios que desarticulan las armadas reales. Sus ejercitos combaten en todo el continente y, despues de la independencia, enfrentan meritoriamente a la poderosa flota brasileña. Bloqueada durante años por españoles, portugueses, franceses y britanicos, sobrevive una y otra vez.En este marco, el partido del extranjero consigue poquisimos exitos. En su historia habra amigos de España y de Holanda, de Inglaterra y de Portugal, de Francia, Estados Unidos y el Brasil e incluso de rusos y alemanes. Pero solo un puñado de porteños actua al servicio de los poderes externos. Las clases dirigentes, aun aliadas al comercio exterior, oscilan entre el compromiso y la resistencia y en los momentos clave prima, casi siempre, la decision local. Las clases subalternas, con mas ahinco, abominan de todo amo externo y sepultan las ultimas fantasias de una monarquia europea. Mas alla de vacilaciones y tropiezos, Buenos Aires jugara un rol autonomo y habra de convertirse en una capital inconquistable.