La fuerza de Wall Street y el gobierno de Theodore Roosevelt, pusieron en marcha la construcción del canal de Panamá, y, pese a las objeciones planteadas por el Congreso de los Estados Unidos y la prensa, no se pudo parar. El autor pone de relieve en este libro la oscura alianza entre la compañia francesa del Canal de Panama, ya quebrada, y un sindicato secreto de fnancieros de Wall Street para modificar el mapa y, de paso, amasar una gran fortuna. Los colombianos cuestionaron el mezquino tratado que se les habia propuesto abrir la valiosa conexion entre los oceanos Atlantico y Pacifico y los astutos especuladores idearon otro golpe: una revolucion y la secesion de Panama de Colombia. Los inexpertos panameños acogieron con beneplacito a los constructores del canal, y se sento el precedente de la politica exterior de los Estados Unidos en el siglo XX.