Este libro pretende cubrir dos necesidades en el ámbito de la función de los padres como educadores. Por un lado, promover la reflexión tranquila y realista acerca de dónde venimos y quiénes somos como padres, y por otro aportar claves que nos ayuden a ejercer de forma armonica como padres o madres realistas.Frente al mito de los padres perfectos se propone el modelo de los padres realistas como aquellos que conocen sus limitaciones y, cuando la situacion lo requiere, las trascienden a traves de su trabajo personal introspectivo o de formacion. Son capaces de no exigirse la perfeccion, de perdonarse los errores y de tenerlos en cuenta para no repetirlos en el futuro. Tambien saben lo que pueden esperar de sus hijos por su momento evolutivo y por tanto dimensionar adecuadamente la importancia de lo que ocurre sin preocuparse mas de lo necesario.Tienen claro que los hijos son personas que han venido al mundo a desarrollar su propia vida no emprenderan ni se mantendran en luchas de poder en las que tantas veces se pierde la relacion entre padres e hijos y asumiran la posible conflictividad como una parte natural de la convivencia. El padre realista no necesita ser perfecto, porque no tiene miedo a su imperfeccion.