Siempre se han relacionado de una manera muy íntima la religión y la fiesta, desde las más ancestrales celebraciones en honor a las divinidades, siempre hay un aspecto lúdico, pues parece muy grato que siempre se festeje a lo celestial con manifestaciones mas acordes con lo humano.Madrid no ha sido una excepcion a lo largo de los tiempos; desde el remoto Medioevo siempre ha festejado de una manera esplendorosa el calendario liturgico, teniendo para ello ocasion a lo largo de las cuatro estaciones del año, buscando siempre aquellas advocaciones mas propicias en cada tiempo. Hay siempre algunas que estan de acuerdo con el calendario liturgico universal, mientras que otras se adaptan mas a la idiosincrasia propia de la Villa y Corte.Es muy dificil separar cristianismo de fiesta, aunque siempre con algun resabio de paganismo. La vida de Madrid tenia como ejes fundamentales las fiestas, ya fue-sen de Semana Santa y San Isidro en primavera, el Corpus o las fiestas de los barrios en verano, que proseguian en otoño, para concluir en invierno con la Navidad, aunque estas eran solo las mas importantes.En este libro se ha pretendido hacer un primer recorrido por el calendario festivo religioso de Madrid. Hay que señalar que las fiestas son algo muy vivo y en constante cambio, por lo que