PEDRO TEXEIRA

En 1622 Felipe IV envió una comisión de cosmógrafos e historiadores con dirección a Guipúzcoa. Sus instrucciones eran precisas: la elaboración de una relación completa de las costas de España, de sus puertos y ciudades mas importantes, incluso de sus antiguedades e historia. Un recorrido completo desde Fuenterrabia, girando en el sentido contrario a las agujas del reloj, hasta llegar de nuevo a la frontera con Francia. La relacion reuniria dos descripciones complementarias. Por un lado, una composicion literaria con informacion sobre la geografia, historia y poblacion del territorio nacional y, por otro, un conjunto de mapas generales y parciales de las costas españolas. Los resultados de la primera parte de este proyecto se conocen a traves de tres manuscritos: uno conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid, orro en la British Library y el ultimo en Viena. Con respecto al componente propiamente cartografico, hasta la fecha habia sido dado por perdido.

En 1622 Felipe IV envió una comisión de cosmógrafos e historiadores, capitaneados por el cartógrafo portugués Pedro Texeira, con dirección a Guipúzcoa, con la orden de elaborar una relación completa de las costas de España, de sus puertos y ciudades más importantes. Incluso de sus antigüedades e historia. Un recorrido completo de gran valor militar y administrativo, que se iniciaría en Hondarribia, para continuar en el sentido contrario a las agujas del reloj, hasta llegar de nuevo a la frontera con Francia. Pedro Texeira (Lisboa, c. 1595-Madrid, 1662) viajó por todo el litoral peninsular con brújula, astrolabio y compás, dando al cabo de nueve años con cien mapas, que perfeccionó pacientemente durante otros tres años de trabajo en su estudio madrileño. Una minuciosa cartografía, conocida hoy bajo el título de Descripción de España y de las costas y puertos de sus reinos, que presentó al monarca, el Rey Planeta, en un manuscrito de considerable tamaño (34 x 44,5 cm), en finísima vitela, bellamente iluminada con oro y temple de vivos colores. Felipe IV podría en adelante visitar la representación detallada de sus reinos, y disfrutar de las bellezas naturales de sus paisajes, sin moverse de Madrid. Las 173 páginas del atlas contienen, por una parte, 12 escudos: los de las provincias, reinos y señoríos peninsulares cuya geografía se mandó recorrer (Guipúzcoa, Vizcaya, Castilla, León, Galicia, Portugal, Andalucía, Granada, Murcia, Valencia y Cataluña), encabezados por el escudo del monarca que era su señor. Por otra, 12 mapas a doble folio, comenzando por el de Guipúzcoa, que permiten seguir el perímetro completo de las líneas costeras de España y Portugal, entonces unidas bajo la Corona. Se añaden a ello las 88 vistas de las ciudades y puertos de las costas peninsulares. El conjunto permite contemplar ciudades, pueblos y villas a vista de pájaro, detallados hasta una escala aproximada de 1/45.000, en un pormenorizado análisis de la topografía y la distribuci&oa