Habla María: No fui abatida por D**s por haber desafiado a Moisés. Nuestra disputa no era a causa de su mujer, ni tampoco fui castigada por lashon hara (lengua viperina). No; el problema era que teníamos visiones distinta de la comunidad... Lo que estaba en juego era la diferencia entre una comunidad basada en el precepto dado por Moises: No te acerques a mujer alguna (una distorsionada transmision de las palabras divinas), y una comunidad en al que varones y mujeres son iguales, trabajan juntos para crear una comunidad justa, comparten el poder y las oportunidades, dejan atras la herencia de la esclavitud... (E.Schussler Fiorenza: Midrash de Maria la de Moises)Este libro esta concebido, de alguna manera, como continuacion del anterior: Espiritualidad y fortaleza femenina. En aquel nos ocupaba especialmente desde que parametros y con que instrumentos de la tradicion espiritual judeocristiana, algunas mujeres habian hecho gala de una fortaleza, entendida tambien como resistencia, digna de elogio y casi inexplicable en situaciones muy dificiles. Asimismo nos serviamos criticamente, estudiabamos la ambiguedad posible de esta virtud de la fortaleza, de esa sabiduria, esa ciencia y ese profetismo para nuestra historia y vida contemporaneas. Pues bien, el paso de aquel a este esta relacionado con el camino que hay desde la resistencia al empoderamiento. No se trata solo de resistir y no permitir que las relaciones de dominacion puedan sino de poder definir, de crecer, de transformar, de cambiar, de liderar, de autonomia, de creencias nuevas, de cambio de conciencia, de apelar a una existencia verdaderamente viva.
"Habla María: "No fui abatida por D**s por haber desafiado a Moisés. Nuestra disputa no era a causa de su mujer, ni tampoco fui castigada por lashon hara (lengua viperina). No; el problema era que teníamos visiones distinta de la comunidad... Lo que estaba en juego era la diferencia entre una comunidad basada en el precepto dado por Moisés: "No te acerques a mujer alguna" (una distorsionada transmisión de las palabras divinas), y una comunidad en la que varones y mujeres son iguales, trabajan juntos para crear una comunidad justa, comparten el poder y las oportunidades, dejan atrás la herencia de la esclavitud..." (E.Schüssler Fiorenza: Midrash de María la de Moisés) Este libro está concebido, de alguna manera, como continuación del anterior: Espiritualidad y fortaleza femenina. En aquel nos ocupaba especialmente desde qué parámetros y con qué instrumentos de la tradición espiritual judeocristiana, algunas mujeres habían hecho gala de una fortaleza, entendida también como resistencia, digna de elogio y casi inexplicable en situaciones muy difíciles. Asimismo nos servíamos críticamente, estudiábamos la ambigüedad posible de esta virtud de la fortaleza, de esa sabiduría, esa ciencia y ese profetismo para nuestra historia y vida contemporáneas. Pues bien, el paso de aquél a este está relacionado con el camino que hay desde la resistencia al empoderamiento. No se trata sólo de resistir y no permitir que las relaciones de dominación puedan sino de poder definir, de crecer, de transformar, de cambiar, de liderar, de autonomía, de creencias nuevas, de cambio de conciencia, de apelar a una existencia verdaderamente viva.