Mujer en La Atalaya es la historia de una niña que crece bajo la moral y el ambiente asfixiante de la España franquista. Sus ojos inocentes contemplan un mundo que no comprende y sobre el que sus mayores guardan silencio. Aprende a deducir respuestas a traves de la observacion y la imitacion de una mujer culta y liberal, Julia, que se trasforma en su alter ego. Aunque Dora abandona el pueblo para ir a estudiar a la universidad, donde se fraguan los cambios de la Transicion, no abandona las interrogaciones misteriosas de los pasadizos secretos de la infancia, autenticos puntos de fuga hacia el descubrimiento de algunos terribles acontecimientos de la historia reciente de España. Dora, como muchas otras mujeres que formaron la vanguardia de una epoca democratica y moderna, se mantiene beligerante sin ocultar sus miserias, ni sus dificultades en la maternidad, ni la soledad, ni la osadia de amar y ser amada a una edad madura. En la galeria de personajes de esta novela hay una permanente busqueda de identidad en un mundo fragmentado entre la tradicion familiar y la emancipacion personal, entre el perdon o el rencor, entre la inocencia y la experiencia.Pilar Mañas, de la Academia de Buenas Letras de Granada, es licenciada en Filologia Inglesa por la Universidad Complutense de Madrid (1979) y doctora por la Universidad de Granada (1989), donde ejercio la docencia hasta el año 2000.Ha publicado la novela Como angeles de otros (Comares, 2000) y tres libros de relatos: El salario de seda (Diputacion Provincial Granada, 1996), La piel del frio (Pretextos, 2001) y Cuevas (Renacimiento, 2007). Es, ademas, autora de las traducciones de Heroinas Modernas (Celeste Ediciones, 2001) y Tu me acariciaste y otros relatos (Editorial Mondadori, 2007)_de D.H. Lawrence, y de La educacion de Oscar Fairfax (Libros del Asteroide, 2008) de Louis Auchincloss.
Reflexión retrospectiva, narración de hechos menudos de la vida diaria, e intención ensayística ligera y diáfanaLa conversión de la propia casa en imagen del cuerpo que habitamos ha sido constante al menos desde los movimientos simbolistas. Cuarto interior de Pilar Mañas extiende esa relacion mas alla de lo imaginario, sin diluir del todo el uso tradicional. El cuarto interior la habitacion que se persigue en un esfuerzo cargado de ilusion y desengaño por alcanzar un espacio de revelacion a traves de una renovacion radical, de un ultimo cambio de piel, forma parte de un apartamento situado en la cuarta planta de un edificio, que recibe su luz desde un patio interior. Se trata de un edificio avejentado y deslucido por los años, pero por eso mismo cargado de elementos con los que la protagonista puede identificarse sin saber muy bien del todo la causa, como en un espejo en el que nos miramos despues de muchos años de ausencia: un espejo que nos retrata en un lugar que en realidad no habiamos pisado nunca.Todas las piezas del libro participan de la reflexion retrospectiva, de la narracion de hechos menudos de la vida diaria y de una intencion ensayistica ligera y diafana; todas la piezas del libro estan escritas sin duda desde el cuarto interior al fin hallado, remozado y convertido en sede de una nueva ...
El rasgo de La piel del frio que más llama la atención en una primera lectura es su originalidad. Gaudí solía afirmar que la originalidad es "la vuelta a los orígenes". A esta acepción se pueden acoger sin ningun reparo los textos y los personajes de Pilar Mañas, los cuales, si viajan lo hacen con la intencion declarada de averiguar de donde vienen; y desde luego viven para no olvidarlo. Aunque la accion transcurra en cualquier ciudad, Pilar Mañas vuelve al Sur; o lo lleva como aquel "destino del corazon" que cantaba Goyeneche. Su literatura no renuncia a los conflictos del presente, aunque carece de los escenarios urbanos y noctambulos donde suelen relatarse las cronicas de la dispersion. En ella hay un deseo de radicarse que alcanza a las tradiciones y las costumbres; a los simbolos que se encarnan en los cuentos, a los recuerdos unidos a la tierra. La segunda nota distintiva de estos textos es que son un intento de atrapar las posibilidades poeticas de la realidad, que casi siempre florecen a partir de una imagen cotidiana. El rumor de una vieja caracola que acumula polvo en un aparador es todo un horizonte de libertad; el amor por una escultura es capaz de borrar un defecto fisico; el mayor de los lujos es una blusa limpia de rayon. Una clase de gimnasia es una excusa para hacer balance del pasado. La voz de Pilar Mañas no tiene miedo, no calla ante el lado implacable de la experiencia; pero siempre nos deja ver esas grietas por las que brota sin remedio la poesia y la ternura, de tal manera que al leer LA PIEL DEL FRIO nos queda en los labios el sabor intenso y agridulce de la vida. Cristina Garcia