PINDARO

Introducción, traducción y notas de A. Ortega. Revisada por C. García Gual.

Píndaro (h. 522-518 a. C.-h. 438 a. C.) nació cerca de Tebas. De niño, en Beocia, cultivó la música, la poesía y la danza. De adolescente fue enviado a Atenas, donde trabó amistad con jóvenes de la alta sociedad ateniense. Viajo sin cesar y estuvo en contacto con los diferentes ambientes del poder y de la cultura griega de su tiempo. En 476, Pindaro llega a Sicilia, donde entra en contacto con Hieron de Siracusa y Teron de Agrigento, a quienes presenta muestras de su obra literaria para celebrar victorias deportivas. A su regreso a Tebas, Pindaro gozada ya de fama y cierto estatus material e intelectual, aunque salpicados de amargura, pues no se le encargo que celebrara la segunda victoria de Hieron en el 472. La ultima cancion para Hieron constituye la primera Pitica. En otras Piticas encontramos dos odas encargadas por el rey Arcesilao (IV y V), el canto al triunfo en la carrera armada de Delfos de Telsicrates de Cirene (IX), una oda para Aristomenes de Egina (VIII), etc. Una coleccion de 12 odas que constituyen una importante muestra de este desaparecido genero literario que es la lirica coral.

Píndaro (h 522-518 a. C.-h. 438 a. C.) nació cerca de Tebas, y es posible que lo hiciera en el seno de una familia acomodada y distinguida, aun sin ser noble. De niño, en Beocia, cultivó la música, la poesia y la danza. De adolescente fue enviado a Atenas, donde trabo amistad con jovenes de la alta sociedad ateniense, aunque no sintio demasiado afecto por esta ciudad. Viajo sin cesar y estuvo en contacto con los diferentes ambientes del poder y de la cultura griega de su tiempo. En 476, Pindaro llega a Sicilia, donde entra en contacto con Hieron de Siracusa y Teron de Agrigento, a quienes presenta muestras de su obra literaria para celebrar victorias deportivas. Es entonces cuando escribe la Olimpica I para cantar la victoria de Ferenico, el caballo de Hieron. Y asi Pindaro se convierte en el poeta del triunfo: en las Olimpicas cantara el triunfo de la cuadriga de Teron en Olimpia (II), el triunfo en la carrera pedestre de Ergoteles de Himera (XII) Pindaro compuso odas para Hagias de Siracusa (VI), Efamrmosto de Opunte (IX) Desde Oriente a Occidente su palabra y su musica encantaron las almas y dieron contenido profundo a las fiestas del hombre.

Con Píndaro alcanza su apogeo la poesía griega. En vida siempre fue considerado un altísimo poeta en todo el ámbito heleno. Los epinicios de este escritor se encuentran agrupados en cuatro libros: Olímpicas comprende catorce piezas, Píticas, doce, Nemeas, once e Istmicas, ocho. Casi todos los epinicios coinciden en los mismos determinados elementos estructurales; elogio del vencedor relato mítico y sentencias religiosas y morales. A la invocación a una divinadad, a las Musas o a la patria y al elogio del vencedor sigue un relato mítico que es la pieza clave de la oda. El tema elegido está relacionado con las circunstancias de la fiesta: unas veces se refiere al dios en cuyo honor se han instituido las fiestas , otras, y son las más, a su patria. El Píndaro, el gran cantor de la nobleza y sus logros espirituales, descubrimos una visión coherente y sistemática de los valores aristocráticos. Este poeta es sacerdote de la religiosidad artistocrática, que predica la idea de la proximidad de dios, Ha sido capaz, precisamente como poeta, de descubrir el sentido, el significado último del mundo

Píndaro, el mayor de los poetas líricos griegos, es decir, de todos los líricos, se supo él a sí mismo el primero en su arte, el mejor que los más facundos y poderosos, el incomparablemente superior a cuantos con él pudieran atreverse a competir. En los epinícios, himnos triunfales, cantos de victoria, que de Píndaro llegaron a nosotros, es posible hallar algunos rasgos de ese antiguo espíritu griego, de todo aquello que conforma la competencia entre los hombres como único medio de alcanzar la culminación del sentido último de la vida, de la victoria, que viene a darle perfección y corona.

La lirica griega surigida de una necesidad netamente popular, la de expresar pensamientos y estados de animo individuales, encuentra su culminacion paradojicamente en el que es el mas aristocrata de todos aquellos poetas. Aristócrata. Cantor de aristoctratas, dotado de intelecto poderoso y educado, saciado él de todos los placeres sensuales, Pindaro difiere profundamente del resto de los liricos griegos.

En este volumen se presenta, junto a las notas imprescindibles para situar las referencias del poeta en su contexto, una introducción en la que se traza un amplio cuadro de los juegos deportivos en Grecia y donde se analiza el significado ideológico de los epinicios, un índice de nombres propios y una serie de mapas con lugares geográficos citados en el texto.