Desde muy joven empecé a recorrer las montañas aragonesas acompañado de una máquina fotográfica. En un principio pretendía captar la belleza de los paisajes extraordinarios que iba descubriendo. Muy pronto comprendí que, sin ese material fotográfico obtenido, podía quedar difuminado el recuerdo de las esperiencias vividas.
El autor nos conduce por una serie de paisajes de gran belleza, en algunos casos cercanos y en otros alejados y exóticos, por los que ha realizado travesías en los últimos seis años. El relato incluye una serie de reflexiones personales sobre asuntos sociales y medioambientales.