En 1912, el librero Wilfrid Voynich adquirió un extraño manuscrito, propiedad de los jesuitas. Estaba escrito en un alfabeto ininteligible y decorado con dibujos eróticos, de botánica y astronómicos. Desde entonces nadie ha sido capaz de descifrar el manuscrito Voynich, que en la actualidad se encuentra en la universidad de Yale. La primera noticia fiable data de principios del siglo XVII cuando, al parecer, el emperador Rodolfo II de Bohemia lo adquirio por seiscientos ducados; luego paso por diversas manos hasta llegar, en 1666, a las de Athanasius Kircher. A partir de ese momento, y hasta el siglo XX, se pierde su rastro. Su autoria no resulta menos misteriosa: unos creen que es obra de un cabalista, otros que nos hallamos ante un manual de suicidio redactado por los cataros, otros lo atribuyen al filosofo medieval Roger Bacon, o incluso a Nostradamus, y aun otros a John Dee, matematico, ocultista y embajador de la reina Isabel de Inglaterra. Lo cierto es que el manuscrito Voynich ha sido fuente de inspiracion tanto para las novelas de H.P. Lovecraft como de Indiana Jones, y tiene un nutrido grupo de estudiosos en todo el mundo que se afanan por ser los primeros en desentrañar sus secretos.
Gerry Kennedy, Rob Churchil In 1912, Wilfrid Voynich, an antiquarian book dealer, stumbled upon a strange volume, its vellum pages covered in a beautiful but unrecognisable script accompanied by equally mystifying pictures. The codex, approximately 6 x 9 inches, has remained undeciphered from that day to this. Voynich believed the codex to be the work of medieval philosopher Roger Bacon, others that the Elizabethan mathematician and occultist John Dee was the author. Whoever created the book - which now resides at Yale University - it remains to this day a singular enigma which continues to defy the best efforts of linguists, cryptanalysts and scholars. With the benefit of the authors' exhaustive research, readers can hazard their own guesses as to the meaning and provenance of this most beguiling of mysteries...