Roberto R. Aramayo, investigador en el Instituto de Filosofía del CSIC y vicedirector de la revista Isegoría. Alianza Editorial ha publicado su edición de la Crítica de la razón práctica (LB H 4411).
Recibe novedades de ROBERTO RODRIGUEZ ARAMAYO directamente en tu email
Consejo Superior de Investigaciones Científicas 9788400084745
Durante las cuatro últimas décadas, Javier Muguerza ha contribuido como nadie a la modernización del pensamiento español, dando a conocer y comentando lo mejor que se publicaba en otras lenguas, particularmente en lo tocante a la filosofia analitica, a la teoria critica y a las corrientes morales y politicas anglosajonas y alemanas, ademas de tener muy en cuenta todo lo que se escribia en español y prestar una especial atencion al espiritu del pensamiento practico kantiano. La deuda que con el tiene contraida la filosofia en castellano es muy dificil de calcular. A lo anterior debe añadirse una agostadora labor institucional en España e Iberoamerica
Durante las cuatro últimas décadas, Javier Muguerza ha contribuido como nadie a la modernización del pensamiento español, dando a conocer y comentando lo mejor que se publicaba en otras lenguas, particularmente a lo tocante a la filosofia analitica, a la teoria critica y a las corrientes morales y politicas anglosajonas y alemanas, ademas de tener muy en cuenta todo lo que se escribia en español y prestar una especial atencion al espiritu del pensamiento practico Kantiano. La deuda que con el tiene contraida la filosofia en castellano es muy dificil de calcular. En este libro un grupo de importantes filosofos analiza su obra en profundidad ofreciendo al lector la oportunidad unica de conocerla desde multiples puntos de vista. Roberto R. Aramayo es investigador en el Instituto de Filosofia del CSIC y es el Director de Isegoria. Presidente de la Asociacion Española de Etica y Filosofia Politica. J. Francisco Alvarez es Catedratico de Logica y Filosofia de la Ciencia en la UNED. Ha sido investigador en el Darwin Collage de Cambridge. Autores participantes: Victoria Camps, Manuel M. Gonzalez, Pablo Rodenas, Gerad Vilar, Carlos Thiebaut, Eduardo de Bustos, J.C. Garcia Bermejo, Eulalia Perez Sedeño, Antoni Domenech, Antonio Valdecantos, Julian sauquillo, Carlos Gomez, Javier Echeverria, Manuel Cruz, Concha Roldan, Amelia Valcarcel, Edurne Zalantzamendi, Ignatius M. Zalantzamendi.
Reivindicación del pensamiento de Kant (1724-1804), este libro lo rescata del tópico que lo etiqueta como un metafísico trasnochado cuya obra es compleja e inaccesible. Roberto R. Aramayo muestra en estas paginas que Kant se propuso mas bien simplificar los problemas con que aun hoy continuamos confrontandonos y busco sencillas formulas para orientar nuestras reglas de convivencia mas elementales, porque ante todo quiso moralizar la politica y defender los derechos humanos, apostando por el primado de lo practico y el principio de autonomia en todos los ambitos. No es casual que autores como Arendt o Cassirer hayan recurrido a la filosofia kantiana en tiempos sombrios, para luchar desde la historia de las ideas contra la banalizacion del mal y el totalitarismo, porque cualquier servidumbre voluntaria, como la que alienta el pesimo uso de las nuevas tecnologias, resulta incompatible con la divisa kantiana del pensar por cuenta propia.Reivindicación del pensamiento de Kant (1724-1804), este libro lo rescata del tópico que lo etiqueta como un metafísico trasnochado cuya obra es compleja e inaccesible. Roberto R. Aramayo muestra en estas paginas que Kant se propuso mas bien simplificar los problemas con que aun hoy continuamos confrontandonos y busco sencillas formulas para orientar nuestras reglas de convivencia mas elementales, porque ante todo quiso moralizar la politica y defender los derechos humanos, apostando por el primado de lo practico y el principio de autonomia en todos los ambitos. No es casual que autores como Arendt o Cassirer hayan recurrido a la filosofia kantiana en tiempos sombrios, para luchar desde la historia de las ideas contra la banalizacion del mal y el totalitarismo, porque cualquier servidumbre voluntaria, como la que alienta el pesimo uso de las nuevas tecnologias, resulta incompatible con la divisa kantiana del pensar por cuenta propia.