ROSANA GALLARDO

La Policía, Institución garante de la seguridad ciudadana, debe adaptarse a estos nuevos tiempos de movimientos socia­les, crisis, cambios continuos y demandas de esta nueva ciudadanía, diversa, activa, participativa y exigente. Debe trabajar para ofrecer seguridad y bienestar, y que mejor manera de hacerlo, sino con la complicidad de esos mismos ciudadanos que piden, que reclaman a sus gobernantes sus derechos de manera participativa. La filosofía del cambio en la Policía, de la gestión de los conflictos sociales, la herramienta que proponemos tiene un nombre, se llama Mediación Policial, no es una varita mágica, pero sí tiene la magia del cambio, para trabajar la prevención. Ya sabemos los y las Policías cómo debemos reaccionar ante cualquier eventualidad, pero a partir de las experiencias que nos tienen que servir para aprender, podemos empezar a diseñar nuevas estrategias trabajando esa prevención que no se ve, que cuesta medir, pero que precisamente en su invisibilidad está su resultado. Es tiempo de cambios, de desaprender para aprender, es tiempo de resiliencia, de trabajar de manera cooperativa, con la ciudadanía, con los agentes sociales, es tiempo de Mediación, para conseguir entre todas y todos un mundo mejor