Borges y Jung, dos exploradores del alma humana, uno desde la literatura y otro desde la psicología profunda, se enlazan en este trabajo para explicar el punto de encuentro entre ficción (representación episódica) y realidad (universo real mitologizado). A partir del análisis de la representación episódica se desentrañan los arquetipos y los símbolos que inexcusablemente remiten a la búsqueda introspectiva acerca del origen, la esencia y el destino humano, inquietud subyacente en los personajes borgeanos, caracterizados por la necesidad de llegar a la autoconciencia y aceptación de lo diverso, tanto al exterior como al interior de ellos mismos. Esta condición los convierte en paradigmas del individuo latinoamericano al revelar el vínculo entre su carácter episódico y su disposición ontológica análoga a la del sujeto latinoamericano real.