Un día descubrimos que el maravilloso librito que el escritor escocés James Matthew Barrie creó sobre Peter Pan no era únicamente un ingenuo cuento infantil, tal como nos habían dicho, ni muchísimo menos. Ello nos causo un gran disgusto, sobre todo porque significo que habiamos dejado de ser niños. Una vez que nos hicimos mas grandes por fuera, pero sobre todo por dentro, aquel niño maravilloso que volaba y nunca crecia, nos comenzo a demostrar que no era un chico tan bueno como todos habian intentado hacernos creer, tanto el como nuestros papas, y hasta el señor Barrie. Porque Peter era muy egoista y cruel, tanto como para separar a los hijos de sus padres e incluso dejar que una aterrada princesa Tigridia casi se ahogase antes de salvarla. Hasta se enorgullecia de dar celos y hacer rabiar sin piedad alguna a nuestra querida Campanilla, incluso exiliandola temporalmente del Pais de Nunca Jamas cuando le molestaba. Llegaba a extremos de tanta desfachatez como para jugar a voluntad con los sentimientos de la pobre Wendy en su propio beneficio, manipulandola sin escrupulo alguno. Tambien se mostraba arrogante con Los Niños Perdidos, los que se fueron dando cuenta de que todo lo que hacia era para presumir de su poder y magnificencia, pero que en el fondo ellos no le importaban nada. Peter no conocia la humildad o la compasion , ni siguiera sabia lo que eran la generosidad, la empatia o el amor, ademas de ser un incurable narcisista que unicamente buscaba halagos para alimentar su vanidad. No es de extrañar que debido a su necesidad de dominar completamente a los demas y controlar sus mentes y vidas, nuestro joven heroe haya sido comparado con un cruel lider fascista, un Hitler-niño, con un violento anarquista e incluso diagnosticado de esquizofrenia infantil. En el fondo, el destino del pobre niño maravilloso era el de un ser muy debil, digno de compasion e infinitamente desgraciado. Asi que no nos causara tanta sorpresa cuando nos dijeron que Peter Pan habia muerto de soledad y tristeza.
AFORISMOS Y PENSAMIENTOS El hombre moderno ya no tiene tiempo para leer. Por ello, un libro en forma de aforismos y pensamientos tiene la ventaja de que se puede coger y dejar en cualquier momento, a pesar de lo cual se puede obtener un fruto muy apetecible con leer una única frase. Estas páginas se convierten también en la forma más sencilla de conocer la mente de un Einstein o comprender a Dostoyevski, Lao Tse o Goethe, sin verse obligado a saber de física de la relatividad, leer esas interminables y abigarradas novelas rusas, penetrar en una concienciación oriental distinta a la nuestra o sufrir los desencantos del gran poeta alemán. La sabiduría, y con ellas, la cultura y el espíritu humano, individual y colectivo, se hunden vertiginosamente en un mundo cada vez más agresivo, violento y deshumanizado. Si, según dijo Buda, la estupidez es la causa de todos los males así como de la infelicidad de los hombres, nuestras sociedades, dominadas por la estupidez y la superficialidad, no tienen la mínima posibilidad de salvación. Pero si es cierto que al cielo no se llega sino a través del infierno y que antes de ver la luz hay que sobreponerse al caos, tal vez las páginas de este libro ayuden a resucitar una esperanza que aún mora escondida en algún recóndito lugar del ser humano. Con esos ingredientes es aún posible salir al encuentro de una nueva conciencia que permita superar, e incluso cambiar, un mundo cada vez más violento, conflictivo e insatisfactorio. ¿Por qué se habla aquí de "una" sola sabiduría para todos los tiempos? La sabiduría es una montaña que en su pico más alto, al nivel de la realización, su iluminada clarividencia no permite más dualismos confrontadores, ignorancia, conflicto o sufrimiento. Y es que en esa cima se trascienden todos los contrarios, allí todo se hace "Uno". Por eso decimos que la sabiduría humana es únicamente "una". No es de extrañar por lo tanto que un pequeño racimo de algunos de los sabios y seres más