Las relaciones entre las coronas de Aragón y Castilla durante la Baja Edad Media las han estudiado diversos autores y abarcan diferentes momentos, reinados y aspectos1. Así, en lo que afecta de forma mas directa a este trabajo y desde un punto de vista cronologico, solapandose con parte del reinado de Enrique III, contamos con la tesis doctoral de Jose Marcos Garcia Isaac que se centra en el reinado de Juan I de Aragon2 y con un articulo que trata sobre la injerencia de este monarca en la pugna nobiliaria en Murcia3. Y tambien con varias obras de los profesores Luis Suarez Fernandez4 y Emilio Mitre Fernandez5, centradas en el reinado de Enrique III
A comienzos del siglo XV la Iglesia castellana arrastraba problemas del pasado, lejano o reciente, consecuencia de su propia situación interna, de la generada en torno al Cisma, de sus relaciones con el poder o con otros grupos sociales. Ademas, la Igles
Los linajes que integraban la alta nobleza de Castilla a comienzos del siglo XV eran pocos, desde un punto de vista cuantitativo, y menos todavía los que ejercían oficios en la Corte y tomaban parte en la administración del reino. Los nobles emparentados con el monarca, los parientes reales, son los que primero se estudian en este libro, o por el protagonismo que tuvieron, o por el que antes habían tenido o por el que pudieron jugar. En segundo lugar, se analiza el papel de la alta nobleza en las misiones de carácter diplomático, en los órganos de gobierno central, los cargos y oficios que tuvieron en la Corte, su participación política y su intervención en el gobierno de las ciudades. La parte más voluminosa de la obra la ocupa el análisis prosopográfico, que se emplea para analizar la trayectoria de los personajes más relevantes de veintiocho linajes nobiliarios, teniendo en cuenta la localización del núcleo central del patrimonio señorial durante la minoría de Juan II de Castilla. En cada uno de los casos, y siempre que se ha podido, se han tenido en cuenta la vertiente administrativa, la político-militar, la económica y la social.
El infante don Fernando, regente de Castilla durante la menor edad de Juan II (1407-1416) y rey de Aragón desde 1412, tuvo dos estancias en la ciudad de Sevilla en 1407 y en 1410-1411, ambas de gran importancia, con motivo de sus campañas militares contra