Novela de difícil catalogación: ¿amatoria, social, católica? En la amable convivencia de un balneario señorial surge el amor impetuoso y limpio entre el célibe y la bella malcasada, intacta, insatisfecha e inquita. Creyentes los dos enamorados, se encuentra ante un grave problema moral que sólo puede resolver la anulación del matrimonio. Luengo encara el resbaladizo caso con valiente claridad, suficiente conocimiento canónico y respetuoso talante; el desenlace no escandaliza a nadie. En torno al asunto central transcurre la vida social del balneario con la participación de personajes bien caracterizados. Segismundo Luengo anima la interesante fabulación, con puntuales descripciones de paisajes y cultas incursiones en la Arquitectura, la Historia, la crónica menor, el Arte y las Antigüedades. En ningún momento se corta la línea argumental, ya que el autor combina con singular acierto la cita culta con el interés de la ingeniosa trama. Buen conocedor de la época cervantina, el autor intercala en Las termas del lago apacible breves narraciones independientes del texto central y delicadas composiciones poéticas. Se trata de trucos de novelista de maduro talento, que el lector acepta de buen grado y agradece.
Entre la abundantísima bibliografía sobre Cervantes, hay un personaje que ha quedado en la sombra: Catalina de Salazar, su mujer legítima. Segismundo Luengo, con una paciencia sin límites, se puso a investigar en los archivos hasta reconstruir el ambiente de Esquivias y el entorno familiar de esta mujer. La segunda parte y más difícil fue convertir estos datos en una novela, género literario en que Luengo ya era experto. Con un relato, cuya estructura es la de una ficción literaria que se apoya en una rigurosa documentación histórica, el novelista ha contribuido, con este primer y único libro sobre tan singular e influyente mujer, a llenar este vacío bibliográfico, perfeccionando nuestro conocimiento de Miguel de Cervantes escribiéndonos su personalidad si se quiere desde el lugar también de la intimidad.