"Hace tiempo que me he desprendido de mi "fachada" profesional, porque ahora sé que los pacientes pueden ver a través de esa armadura y que lo que realmente respetan es esa difícil mezcla de competencia y compasion. Algunas veces pienso que soy como la pobre madre pelicano que se arranca a picotazos las plumas de su propio pecho hasta que brote la sangre que alimente a sus hijos hambrientos". Activamente presente en la primera linea de la batalla contra el sufrimiento, la doctora Sheila Cassidy aprovecha su experiencia para ofrecernos unas profundas y autenticas reflexiones sobre la naturaleza y el misterio del dolor. Con su caracteristico y sugerente estilo, no da precisamente respuestas faciles, sino que desvela el exigente camino hacia la esperanza y la luz desde el amor y la compasion. "Si mis pacientes me preguntan que es lo que yo creo, se lo digo. Les digo que creo que, cuando muramos, no solo estaremos con Dios, sino que de alguna manera estaremos mas vivos y seremos mas nosotros mismos de cuanto jamas hayamos podido serlo. No se como sera exactamente; pero, si la vida con Dios es real, entonces seguro que existe una plenitud de vida que es inimaginablemente maravillosa".
La Gente del Viernes Santo es un libro profundamente sincero y conmovedor; un libro que mira abiertamente la realidad del sufrimiento. Siguiendo el camino de Jesús hacia la cruz, Sheila Cassidy nos anima a marchar junto a el y junto a su "Gente el Viernes Santo", un variopinto grupo de santos y pecadores misteriosamente llamados a compartir los sufrimientos de Cristo. Algunos de ellos son victimas de la violencia, como el arzobispo Romero y tantos otros salvadoreños; como Victor Jara, torturado y asesinado en Chile; como las gentes de Auschwitz... Otros son victimas de la enfermedad, como Jimmy Doherty, un sacerdote afectado de esclerosis multiple; o como David, un muchacho con un tumor cerebral; o como Suzi Lovegrove, una mujer atacada por el Sida... Sheila Cassidy nos invita a compartir el dolor de su "Gente del Viernes Santo" y, de ese modo, a participar mas intensamente en la historia de Jesus. Es un viaje dificil y a menudo desgarrador, pero tambien capaz de llevarnos mas alla de la cruz y ayudarnos a encontrarnos con el Señor resucitado, que "penetra a traves del sufirimieto y baña de luz la oscuridad".
Sheila Cassidy fue titular periodístico de primera página en 1975, cuando fue detenida y torturada en Chile por haber atendido a un revolucionario herido. La historia de aquel período la relató en Audacity to Believe, que se convirtio en un clasico, traducido a cinco idiomas.Despues de dos años de intensa campaña en favor de los presos chilenos, ingreso en un convento, pero dieciocho meses despues retorno al ejercicio de la medicina: "Mi claustro esta en los pasillos del hospital, y trato a la gente como las monjas tratan las cuentas de su rosario, amable y tiernamente, con dedos habiles y mano firme". Compartir las tinieblas habla de la naturaleza y el coste del discipulado cristiano en la linea de fuego de la atencion a los enfermos. Es un libro personal, calido y sincero, que destaca por su sentido de la esperanza y la celebracion. La autora se debate con la tension entre la entrega personal a una actividad durisima y los problemas que plantean el exceso de trabajo, la depresion y el agotamiento. No oculta el doloroso abismo existente entre sus ideales y la realidad de la vida y el trabajo en el mundo concreto, a la vez que se esfuerza por extraer sentido teologico de la abrumadora realidad del sufrimiento.Especialista en asistencia a enfermos terminales, SHEILA CASSIDY tr