Sia Figiel

La explosión de las fantasías y pesadillas de la adolescencia en el marco de la Polinesia retratada más allá de tópico idílico. «Gauguin ha muerto. No existe el paraíso» (de Alofa)A través del relato de Alofa, la protagonista, tres adolescentes samoanas comienzan a desvelar los tabús de la sexualidad y la ausencia de veracidad en las afirmaciones de los mayores, y aprenden así a sus expensas el rigor de la hipocresía social. El efecto de contraste entre la amargura del anecdotario familiar y la límpida crudeza de las historias personales permite describir los ritos de iniciación hacia la madurez de la mujer samoana, muy alejados del estereotipo paradisíaco sobre las islas del Pacífico que difunden los clichés turísticos: la explosión de las fantasías y pesadillas de la adolescencia en el marco de una Polinesia retratada más allá del tópico idílico, en una tragicomedia en la que se hallan presente la sexualidad, la violencia, la represión de las mujeres, el incesto y el suicidio.Utilizando inteligentemente el estilo narrativo samoano tradicional del su’ifefiloi, la presente obra es una crítica de las percepciones occidentales sobre el Pacífico, un examen de la identidad de la sociedad de Samoa y un delicioso arco iris de estilos literarios. «Es como llevar un pedazo de Samoa en el bolsillo» (The Linstener), «Una intensa y a menudo poética exploración de la adolescencia y de las relaciones entre identidad y cultura» (The Evening Post), «Un sofisticadísimo informe sobre la adolescencia, el sexo y muchas cosas más» (The Sunday Star Times).

Por las noches nos sentamos en la hierba. Tanto si está húmeda como si está seca. Si ha llovido como si no. Y hablamos de las otras chicas. Los parientes de la gente. Los chicos. Y la comida. Anoche la familia de Moa ceno kale pisupu. Preparado con leche de coco y daditos de papa. Es la unica familia de Malaefou que lo prepara asi. La unica. Con un gran bol de arroz."Y aun podiamos haber tomado segundos -dijo-; incluso terceros". Pero ella estaba demasiado llena. Y le dio sus sobras a"Whiskey", nuestro perro, que sabe donde arrimarse por las noches. Telelei no dijo lo que cenaron. Y nadie pregunto. Talalei, que no va a la escuela. Que tiene miedo de bañarse en el mar. Que se sienta en el suelo de su casa y se queda mirandolo fijamente...