"Cuando esta historia empezó, decidí que, para no sufrir, tenía que vivir el momento. Desde un principio supe que, si me hacía ilusiones, me iban a romper el corazón. Contra todo pronóstico, esta historia tiene un final feliz. Pero eso no quiere decir que en el camino no haya habido lagrimas. Esta es la historia de como un dia me di cuenta de que tenia que dejar de vivir el momento y pensar en el dia siguiente. Estoy segura de que en el camino cometi algunos errores y en este libro no los voy a ocultar, pues creo haber aprendido de ellos. Por eso, aqui va mi version de los hechos: sin exageraciones y, salvo la licencia de haber cambiado los nombres de algunos personajes, sin ficcion".
Conocí a Matías en el verano de mi cumpleaños catorce. Su cabello rizado y su sonrisa despreocupada me condujeron a un amor por el que estaba dispuesta a abandonarlo todo… hasta a mí misma.
Pero bajo