La paternidad es una de las mayores aventuras en las que podemos embarcarnos a lo largo de nuestra vida. De hecho ninguna experiencia resulta tan gratificante e intensa y, a la vez, tan aterradora e incierta. Y es que a ser padre se aprende siendo padre, porque los hijos no vienen con un libro de instrucciones bajo el brazo, ni siquiera traen un decalogo basico.
Una buena alimentación es esencial en los primeros años de vida del bebé. Significa desarrollarse de manera adecuada y gozar de buena salud ahora y en el futuro inmediato. Si el niño adquiere unos buenos habitos desde el comienzo, le resultara mas facil conservarlos durante la edad adulta, y disfrutara de una vida mas sana y dichosa.
El juego desempeña un papel fundamental en la educación de los hijos. Y es también el método más eficaz y divertido para que un niño descubra el mundo que le rodea. El juego permite a los niños expresar su creatividad y desarrollar su imaginación, su destreza manual y sus aptitudes físicas, cognitivas y emocionales, por lo que es importante para el desarrollo saludable del cerebro. Por eso es esencial que los padres dediquen unas horas de su tiempo a enseñarles a jugar e incorporar esta tarea a la educación de los más pequeños, en este caso, hasta los seis años de edad.