En La clase muerta Kantor recreó una escuela de ancianos muertos que se encontraban con los tambien fantasmas-niños, representados por maniquíes, de su infancia. Los personajes, a lo largo de La clase muerta, desarrollan historias en las que recordar como se aprendia. En 1942 son asesinadas en Wielopole ochocientas cincuenta personas. La manera en que Kantor trata en Wielopole, Wielopole el componente militar, su premonicion de muerte y ese caracter de separacion radical del mundo de los vivos, la abren a una dimension significante universal y lleva hasta sus ultimas consecuencias su idea del teatro de la muerte.
El teatro de la muerte y otros ensayos (1944-1986) toma su apelativo del planteamiento teórico de que nada expresa mejor la vida que su ausencia: la muerte se hace su tema central y, con ella, el paso del tiempo, la imagen del recuerdo, la vida que ha huido.