A LA JARCHA MOZÁRABE Silenciado el latín por los rumores de lenguas que nacen de sus entrañas, crece el romance de dos españas, y enamora a vasallos y a señores. Y no calla, aunque hablen los tambores, pues canta do repican espadañas y en tierras, más al sur de las montañas, tanto embriaga, que buscan sus favores. Que en el diez, habiéndolos tan cercanos Mucáddam, poeta árabe de Cabra, sus versos remató con otras manos, la que abrió con la jarcha otra palabra; la lengua romance de los cristianos, tierra fértil que el castellano labra.